James Bond, el legendario agente inglés mejor conocido como el 007, quien es interpretado ahora por Daniel Craig, se sentará ahora al volante de un automóvil ecológico: el Ford Ka.
De acuerdo con el dominical ‘News of the World‘, Bond manejará el auto no contaminante en la secuencia incial de su nuevo filme, ‘Quantum of Solace‘, misma que se estrenará el próximo noviembre.
En comparación con el tradicional Aston Martin, el carro usual de Bond, el Ford Ka tiene una velocidad muy inferior y un precio de casi una 20ava fracción.
Cabe citar dos datos: Uno, a pesar de la presencia de dicho coche ecológico, el Aston Martin no será totalmente substituido, puesto que aparecerá en otro momento de la película… y dos, Ford es propietaria de ambos modelos.
La empresa automovilística invertirá noventa y cuatro millones de euros en Polonia con el objetivo de comenzar a producir a finales de este mismo año el nuevo modelo del Ford Ka. Los vehículos se producirán en la planta que tiene actualmente Fiat en la ciudad de Tychy, desde donde se prevé que salgan entre 120.000 y 125.000 vehículos al año. Asimismo, la inversión, fruto del acuerdo entre las dos compañías automovilísticas, supondrá la creación de 1.000 puestos de trabajo.
El plan de la casa estadounidense permitirá una revitalización de las empresas auxiliares de la zona, que se espera provean el 80 por ciento de los componentes de los nuevos vehículos, lo que dejará unos ingresos de hasta 198 millones de euros.
Una acción profundamente inteligente por parte de la empresa que dió vida a los autos en serie. Veámoslo por partes:
1) Generan un vehículo ecológico en un momento en que el mercado está ávido de consumir estos productos. Gran medida de Responsabilidad Social.
2) Desarrollan para el vehículo una campaña muy astuta, colándolo como el instrumento del agente preferido del cine, generando con ello una estrategia de marketing de emulación… Es decir «Si el 007 lo usa, entonces yo también.» Buena difusión que asegura ya, rentabilidad.
3) Instala la fábrica de estos vehículos en Polonia, invirtiendo una cantidad enorme de dinero que no sólo garantiza la construcción de los autos, sino la generación de empleos y la revitalización económica de la zona, lo que obviamente le valdrá un good will gigantesco por parte de los habitantes.
Esto es Responsabilidad Social y saber obtener rentabilidad de ella. Sin duda alguna, Ford sabe en qué pista está corriendo.
Un vehículo ecológico no es per se benéfico a la sociedad; decir que generar/producir un vehículo ecológico, aún cuando éste sea fuertemente demandado por/y ecológico, «es responsable socialmente», no lleva mucha verdad. La responsabilidad social de la producción de un producto ambientalmente menos perjudicial (es decir, de menor impacto al medio ambiente) incluye no solamente esa parte del ciclo de vida del producto, sino que se extiende a lo que el productor pueda orientar respecto al uso del producto (tomando en cuenta que en sí el cambio tecnológico en autos no es sinónimo ni garantía de menor daño ambiental). Si se quiere impulsar el consumo del Ford Ka para que más lo tengan y usen (porque el 007 lo hace), la responsabilidad del impacto asociado al mayor uso del auto (así sea éste «ecológico»: los aldehídos no son precisamente mejores que los típicas emisiones de un auto tradicional, pues también son precursores de ozono) bien puede ser llamada «culpabilidad social». Eso no es responsabilidad social, es meramente un disfraz para, sí, obtener mayor rentabilidad en un solo lado de la fórmula.