No cabe duda que el cambio climático está afectando a cada uno de los ecosistemas que existen en el mundo, además es un factor que a pesar de las campañas que se han venido realizando en pro del medio ambiente, éste ha seguido de pie.
Una de las acciones más recientes para evidenciar este cambio y además concientizar a la población, la realizó Javier Bardem, quien descendió al fondo del océano Antártico en un submarino científico de Greenpeace para pedir por su protección.
Bardem, junto con su hermano pudo estar abordo del Sunrise como parte de la campaña de la organización para exigir la creación de la mayor área protegida del planeta: el Santuario del océano Antártico.
«Con 1,8 millones de kilómetros cuadrados, más de tres veces el tamaño de España», especifica la ONG.
“Es absolutamente increíble descender al fondo del Antártico y documentar la existencia de todas esas especies, con toda su diversidad de colores, y demostrar la importancia de proteger este océano único”.
La exploración duró dos horas y ellos descendieron 270 metros en la península antártica.
Con esta expedición, los hermanos Barden exigen la creación de la mayor área protegida del planeta: el Santuario del océano Antártico
«El gélido periplo y toda la promoción que ha venido después representan una oportunidad única para que hagamos historia y demos un paso más en la defensa de los océanos».
«Quiero contribuir a través de esta campaña a que se conozca más la importancia del océano Antártico, situado en el fin del mundo y, sin embargo, tan relevante para la supervivencia del planeta”.
Desde el inicio del viaje, los hermanos han compartido en sus redes sociales toda la experiencia, ya que pretenden que todos se enteren de cómo es el Antártico y de qué forma se puede cuidar y salvar.
El océano antártico es el ecosistema más virgen del planeta. Su belleza te sobrecoge, te deja sin palabras, te hace sentir pequeño y un intruso. Te dice que no es un lugar para los humanos, que nadie debería estar aquí sino para estudiarlo y defenderlo con el máximo respeto. ?? pic.twitter.com/yZkjYRAu4F
— Carlos Bardem Oficial (@carlosbardem) 29 de enero de 2018
«Los beneficios de un Santuario en el océano Antártico serían globales. Un océano sano mantiene su increíble biodiversidad y es una de las mejores defensas contra el cambio climático».
Ningún beneficio económico vale más la pena que todo un ecosistema. Casi la mitad de nuestro planeta es un inmenso océano más allá de las fronteras nacionales. Tenemos la responsabilidad colectiva de protegerlo. Únete a mí en https://t.co/mRfIkNs1D9 pic.twitter.com/vNiccOfgYF
— Javier Bardem (@BardemAntarctic) 2 de febrero de 2018
Pilar Marcos, responsable de la campaña de Greenpeace en España, lo explica así:
“Este santuario sería un refugio para pingüinos, ballenas y focas, y dejaría estas aguas fuera del alcance de los buques de pesca industrial que buscan explotar el pequeño camarón o kril en el que se basa la vida en la Antártida”.
La tripulación, compuesta de 35 personas, realizará investigaciones científicas con un submarino para documentar hábitats del fondo marino «que se enfrenta a fuertes presiones por el cambio climático, la sobrepesca y la contaminación», denuncia la ONG, y recoger pruebas para que los gobiernos declaren un Santuario en el océano Antártico.
«Puede ser el primer paso para conseguir llegar a proteger el 30% de los océanos del mundo antes de 2030».
Con esta expedición, los hermanos quieren que las personas se den cuenta de cómo es el antártico y la suma importancia que se le debe tomar a su cuidado.