Hace seis meses, cinco estudiantes de Ingeniería Bioquímica del Instituto Politécnico Nacional (IPN) necesitaban presentar un proyecto en una feria escolar. Uno de ellos siempre estaba triste en invierno y fue la inspiración para crear el proyecto perfecto: un chocolate antidepresivo.
Esta golosina fue el arranque de Herbodulces, una pequeña empresa que con la combinación de hierbas medicinales y dulces busca combatir males comunes, como la depresión, el insomnio y los cólicos menstruales.
“La idea es abrir mercado con gente que busca medicinas alternativas”, comenta Héctor Sánchez, el líder del proyecto. Considera que su chocolate contra la depresión, a base de la llamada hierba de San Juan, un antidepresivo natural, tiene un amplio mercado.
En México, una de cada cinco personas padece depresión y en épocas de crisis, 40% de quienes pierden su empleo presenta este mal, según la Organización Mundial de la Salud.
Con menos de dos meses en el mercado, esta pequeña empresa tiene una capacidad de producción diaria de 600 paquetes que puede hasta triplicarse si así lo requiere la demanda.
Herbodulces ya colocó en el mercado un segundo producto: un chocolate blanco para combatir el insomnio, cuyo insumo es la pasiflora, una planta que posee propiedades calmantes.
Para mediados de año prometen lanzar un caramelo para hacer desaparecer los cólicos menstruales.
País: México