Los modelos más recientes de las consolas de videojuegos de Microsoft, Nintendo y Sony reprobaron el estudio de la organización ambientalista Greenpeace, al mantener en sus componentes químicos y materiales tóxicos y no tener políticas para la recolección de los equipos usados. Según el estudio Juegan sucio, estos dispositivos tienen sustancias nocivas, como cloruro de polivinilo (PVC), berilio y bromo, entre otros.
Hasta el tercer trimestre de 2007, las tres firmas habían colocado 45.64 millones de equipos en el mundo, describe el sitio web Vgchartz.com, especializado en la contabilidad de las ventas de las consolas.
En el caso de México, el año pasado se vendieron un millón 95 dispositivos de manera legal y para este año se estima un crecimiento del 21 por ciento, describe la consultora Americas News Intelligence.
Reforma Opinion : – – P4 –