El presidente estadounidense, Barack Obama, hizo este martes un llamamiento a los dirigentes mundiales a actuar de forma coordinada contra el cambio climático, advirtiéndoles de que de lo contrario serán «juzgados por la Historia» y abocarán a las generaciones venideras a una «catástrofe irreversible».
Este fue su mensaje durante el discurso que pronunció la mañana de este martes (tarde en España) en la cumbre sobre cambio climático convocada por el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, en Nueva York, a la que asisten numerosos jefes de Estado y de Gobierno, entre ellos el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
«Que tantos de nosotros estemos hoy aquí es un reconocimiento de que la amenaza del cambio climático es seria, urgente y creciente», aseveró Obama. «La respuesta de nuestra generación a este reto será juzgada por la Historia; si no la abordamos de forma valiente, rápida y unidos corremos el riesgo de consignar a las generaciones futuras a una catástrofe irreversible», dijo.
En este sentido, insistió en que «ningún país, grande o pequeño, rico o pobre, puede escapar al impacto del cambio climático». «La seguridad y estabilidad de cada nación y de todos los pueblos, nuestra prosperidad, nuestra salud, nuestra seguridad–, están en peligro y el tiempo para revertir esta marea se está agotando», advirtió Obama, quien sin embargo se mostró convencido de que aún es posible.
El presidente estadounidense admitió que la respuesta al problema ha sido «lenta», incluido en su país, pero «este es un nuevo día, esta es una nueva era», aseveró, asegurando que durante los ocho meses que lleva en el poder «Estados Unidos ha hecho más para promover las energías limpias y reducir las emisiones (…) que en ningún momento en su historia».
En este sentido, desgranó ante los asistentes las medidas adoptadas por su Gobierno para contrarrestar los efectos del cambio climático y expresó su voluntad de encontrar soluciones al problema con sus socios. «Entendemos la gravedad del cambio climático, estamos determinados a actuar y cumpliremos con nuestra responsabilidad con las generaciones futuras», prometió.
TAREA DIFÍCIL
Obama reconoció que la tarea «será difícil» y que hasta la cumbre de diciembre en Copenhague, cuando se espera alcanzar un acuerdo que suceda al Protocolo de Kioto, «queda la parte más dura del viaje», teniendo en cuenta que los cambios que se quieren realizar se producen en un contexto de «recesión global».
Por ello, «todos nosotros nos enfrentaremos a dudas y dificultades en nuestras propias capitales mientras intentamos alcanzar una solución duradera al cambio climático», admitió, defendiendo que «la dificultad no es excusa para la complacencia». Así, defendió que «cada uno de nosotros debe hacer lo que pueda cuando pueda para que nuestras economías crezcan sin poner en peligro al planeta, y debemos hacerlo juntos».
«Debemos aprovechar la oportunidad para hacer de Copenhague un paso significativo en la lucha global contra el cambio climático», defendió Obama, reclamando poner fin a las «viejas divisiones» que han caracterizado este debate durante años. Los países desarrollados, afirmó, tienen la «responsabilidad de llevar la delantera» pero los países en vías de desarrollo también «deben asumir su parte».
«No podemos hacer frente a este reto a menos que todos los grandes emisores de gases con efecto invernadero actúen juntos», advirtió el presidente estadounidense. «No hay otro modo», añadió, reclamando que los países desarrollados presten «asistencia financiera y técnica» a los más pobres para que puedan «adaptarse al impacto del cambio climático y buscar un desarrollo bajo en emisiones».
«Lo que buscamos no es simplemente un acuerdo para limitar los gases con efecto invernadero. Buscamos un acuerdo que permita a todos los países crecer y elevar los estándares de vida sin poner en peligro el planeta», resumió. «Sabemos lo que hay que hacer», insistió Obama, advirtiendo de que «no tenemos mucho tiempo para hacerlo».
«Es un camino duro que nos exigirá a cada uno de nosotros perseverar tras los reveses y pugnar por cada pulgada de progreso», afirmó el presidente estadounidense, llamando a todos a ponerse manos a la obra porque así «alcanzaremos nuestro objetivo común: un mundo que sea más seguro, más limpio y más saludable que en el que nos encontramos y un futuro que valga la pena para nuestros hijos».
Este tipo también será juzgado por la historia por el holocausto de bebés nonatos asesinados que promueve con sus leyes en pro del aborto masivo!
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