Los desafíos del agua son complejos e interrelacionados, por lo que este recurso natural a menudo se enmarca como un «problema perverso». En general, esto se refiere a «un problema complejo para el cual no existe un método o solución simple, no hay una respuesta única y cada intento puede importar, porque afecta las cosas de las que depende la gente. Los problemas maliciosos a menudo son socialmente complejos y tienen que lidiar con comportamientos cambiantes y resultados que son imprevistos.
A lo largo de la historia, los descubrimientos científicos y los avances tecnológicos han ayudado a enfrentar los desafíos más complejos y desalentadores del mundo, y han permitido innovaciones que han mejorado nuestra calidad de vida.
Ahora existen vacunas para enfermedades que previamente erradicaron poblaciones enteras. La información y el conocimiento del mundo ahora están disponibles para cualquier persona con conexión a internet. La invención de los sistemas de saneamiento solo ayudó a prolongar nuestra vida útil en 40 años.
¿El problema del agua se puede solucionar?
Al igual que estos descubrimientos ayudaron a abrir nuevos capítulos de posibilidades y oportunidades, las tecnologías emergentes de hoy en día, como la inteligencia artificial, la cadena de bloques, el big data y la nanotecnología, lo que el Foro Económico Mundial ha acuñado en la Cuarta Revolución Industrial, están permitiendo transformaciones similares en sistemas como el cuidado de la movilidad sanitaria y la educación a nivel mundial.
Hoy existe una oportunidad comparable para abrir un nuevo capítulo de innovación para el sector del agua, ya que el mundo lucha con la transición rápida y dolorosa de creer que el agua era abundante y gratuita o al menos, barata para enfrentar los impactos de escasez del agua, la mala calidad del agua y variabilidades de los eventos hidrológicos del cambio climático. Ya se han desplegado demasiadas crisis de agua en las ciudades, entre ellas: Flint, Michigan, Ciudad del Cabo, Sudáfrica, Bangalore, India y São Paulo, Brasil.
Lo que el mundo está experimentando ahora ya no puede ser enmarcado como «normal». El pasado ya no se puede usar para predecir eventos climáticos estacionales y precipitaciones. Existe una necesidad apremiante de nuevas políticas públicas y estrategias comerciales, así como de innovaciones en tecnología, financiamiento y asociaciones para prosperar en el siglo XXI. Estos desarrollos serán posibles solo con datos de mejor calidad y más accesibles, y la creación de información más útil. Este es un papel que los avances tecnológicos pueden desempeñar en el apoyo a los líderes de todos los sectores.
Imagínate el potencial de aprovechar el poder de la detección remota para proporcionar predicciones enormemente mejoradas de sequías e inundaciones, monitoreo en tiempo real de la cantidad y calidad del agua en las cuencas hidrográficas, gestión mejorada de activos de servicios públicos, soluciones fuera de la red y localizadas combinadas con plataformas de comercio de agua «sin fricción». Las tecnologías digitales, como los dispositivos conectados, el análisis predictivo y la inteligencia artificial están surgiendo como herramientas poderosas para lograr un acceso al agua sostenible, resistente y equitativo.
Es cierto que las tecnologías de la Cuarta Revolución Industrial por sí solas no resolverán los desafíos de la seguridad del agua. Pueden respaldar y ayudar a informar a los tomadores de decisiones de los gobiernos y otros sectores solo si estas soluciones se diseñan junto con el compromiso y el compromiso de diversos grupos de partes interesadas: incumbentes, empresas emergentes y participantes de otros sectores.
A través de la Global Water Initiative del Foro Económico Mundial y su plataforma Water Security Rewired, estos grupos de partes interesadas están convergiendo para explorar las aplicaciones de las soluciones de la Cuarta Revolución Industrial para el sector del agua, con el objetivo de acelerar la adopción, la rápida expansión de las opciones competitivas y la nueva inversión en innovación y posibles avances para resolver los desafíos del agua del siglo XXI.
Como comunidad, existe una gran oportunidad, al igual que una responsabilidad, de abrazar la tecnología y la innovación potenciales al alcance, y de crear la infraestructura, el financiamiento y los mecanismos de políticas adecuados no solo para preparar los desafíos del mañana, sino también para aprovechar al máximo lo que es posible para la agenda de hoy.
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