La organización no gubernamental dedicada a la investigación, defensa y promoción de los derechos humanos, Human Rights Watch (HRW), ha señalado recientemente que la acción climática en la COP27 debe basarse en los derechos humanos.
Lo anterior debido a que, en Egipto —país anfitrión de la cumbre climático para este año—, relatores especiales designados por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU han informado una intensificación masiva de arrestos, represalias y hostigamientos para organizaciones civiles del país y grupos ambientalistas que participen de manera visible en la COP27, además de restricciones de viaje para los defensores de derechos humanos. Lo cual ha creado un clima de temor.
Alerta por restricciones en la COP27
La ola de represalias en Egipto sigue a años persistentes de medidas energéticas contra la sociedad civil y defensores de derechos humanos, utilizando la seguridad como pretexto, para socavar el legítimo derecho de participar en los asuntos públicos, como señalaron los grupos de derechos humanos.
El resultado ha sido un espacio reducido para la organización independiente. Lo cual ha limitado la capacidad de los grupos ambientalistas para llevar a cabo políticas, actividades de promoción y trabajo de campo, esenciales para proteger el medio ambiente natural del país.
«En los próximos días, los países deben cumplir sus promesas de larga data de prevenir los impactos más devastadores del cambio climático».
Richard Pearshouse, director de medio ambiente de Human Rights Watch.
El activismo es esencial para la acción climática en COP27
Human Rights Watch ha reafirmado la importancia de que el gobierno egipcio y otras administraciones autoritarias reconozcan que el activismo ambiental es independiente e indispensable para las políticas climáticas sólidas que el mundo necesita con urgencia.
Asimismo, los gobiernos tienen la obligación de abordar el cambio climático, para reducir rápidamente las emisiones de Gases de Efecto Invernadero. Al mismo tiempo deben proteger los derechos humanos y ayudar a las personas a adaptarse al impacto de la crisis climática.
Por ello, HRW instó a la acción climática en la COP27 a partir de la pronta adopción de recomendaciones específicas para eliminar todo el uso y la producción de combustibles fósiles, como carbón y gas que tanto daño causan al planeta Tierra.
«En lugar de limitar aún más sus derechos, los actores de la sociedad civil y los defensores de los derechos humanos, incluidos los que trabajan por los derechos climáticos, deben tener la oportunidad de crear conciencia sobre sus puntos de vista y necesidades de protección».
Relatores especiales designados por el Consejo
de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra.
La esperanza de la COP27 se empaña con abusos a los derechos humanos
Con los últimos informes del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), nada alentadores para la humanidad, la COP27 no solo es una evaluación de los avances de la COP26, sino que se espera que la cumbre sea un hito clave para las acciones y asociaciones de múltiples partes interesadas en cinco temas clave: naturaleza, alimentos, agua, descarbonización de la industria y adaptación al clima.
Existe un consenso cada vez mayor, incluso de la Agencia Internacional de Energía y el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático, de que para que los gobiernos cumplan con los objetivos climáticos globales no puede haber nuevos desarrollos de petróleo, gas o carbón.
Para ello es necesario que los gobiernos se comprometan a poner fin a todas las formas de apoyo, incluidos los subsidios y la financiación internacional. De forma que se reduzcan rápidamente las emisiones y se mitiguen los efectos del cambio climático.
Voces de la crisis climática en la COP27
En este contexto, la participación robusta y respetuosa de la sociedad civil es clave para la acción climática en la COP27. No obstante, los últimos informes de los relatores de la ONU señalan un clima de temor entre grupos internacionales y organismos de la sociedad civil egipcia.
Lo anterior obstaculiza la participación y la oportunidad de crear conciencia sobre los puntos de vista de quienes se encuentran en la primera línea de la crisis climática y poblaciones con mayor riesgo de sufrir los daños por los cambios extremos en la temperatura, incluidos los pueblos indígenas, las personas con discapacidad, las personas mayores, los niños y los jóvenes, las mujeres y las personas que viven en pobreza.
Aún queda por esperar que los asistentes a la COP27 aprovechen la oportunidad para acelerar las acciones de mitigación climática. Además, la situación sobre la crisis de derechos humanos en Egipto también ha planteado el desarrollo de criterios en la materia para los futuros países que alberguen la COP.