La conciencia sobre la importancia de una alimentación adecuada para la salud suele surgir en momentos críticos, cuando la integridad del individuo se ve comprometida. La dieta predominante en la sociedad actual, rica en azúcares, grasas saturadas y otros componentes nocivos, tiene consecuencias graves para el bienestar general. En México, las infecciones urinarias e intestinales son de los padecimientos más comunes, con más de tres millones de casos anuales, reflejando una preocupante realidad en términos de salud pública.
Según datos de la Evaluación Integral de la Política de Desarrollo Social vinculada al Derecho a la Alimentación 2023-2024 del Coneval, el 16% de la población urbana y el 24% de la rural enfrenta una deficiencia alimentaria severa. En este contexto, especialistas en nutrición coinciden en que los hábitos alimenticios son fundamentales no sólo para prevenir enfermedades, sino también para mejorar la calidad de vida. Una adecuada nutrición no sólo contribuye a mantener el equilibrio fisiológico, sino que acelera el proceso de recuperación de enfermedades, al proporcionar los nutrientes esenciales para el funcionamiento del organismo.
Corporativo Kosmos, empresa especializada en servicios alimentarios, reconoce que, en situaciones críticas de salud, como la hospitalización, es imprescindible implementar una estrategia nutricional adecuada para asegurar una recuperación óptima. A continuación, se detalla cómo lo logran.
La importancia de la alimentación en la salud
Cuando el cuerpo se enfrenta a una enfermedad, lesión o intervención médica, su demanda de nutrientes específicos aumenta significativamente. César Legorreta, director de Nutrición Clínica en Corporativo Kosmos, destaca cómo la alimentación influye directamente en el estado de salud y la recuperación de los pacientes.
En el marco del Día Mundial de la Diabetes (14 de noviembre), el director subraya el compromiso de Corporativo Kosmos en implementar procesos adecuados en el manejo de alimentos dentro de las cocinas hospitalarias, así como el control detallado de las dietas, con el fin de acelerar el proceso de recuperación de los pacientes hospitalizados.
«La mala alimentación en el entorno hospitalario tiene un impacto directo en la recuperación de los pacientes. Puede prolongar su estancia en el hospital, dificultar la respuesta del cuerpo a los tratamientos médicos y elevar los niveles de glucosa y otros compuestos en la sangre, lo que impide una mejora visible y sostenida»
César Legorreta, director de Nutrición Clínica en Corporativo Kosmos.
Según la Secretaría de Salud, una alimentación inadecuada no sólo puede retrasar la curación, sino también agravar condiciones preexistentes o generar complicaciones adicionales. Por ejemplo, una dieta baja en fibra puede provocar problemas digestivos, mientras que la carencia de hierro o vitamina B12 puede llevar a anemia, dificultando la oxigenación de los tejidos y retrasando su recuperación. Además, un consumo excesivo de azúcares y grasas saturadas puede contribuir a la inflamación crónica, empeorando la condición inicial.
Por esta razón, es esencial contar con una dieta ajustada a los requerimientos específicos de cada paciente para acelerar la recuperación. El experto en nutrición señala que las proteínas juegan un papel crucial en la regeneración celular y la reparación de tejidos dañados. Nutrientes como las vitaminas A, C y E actúan como antioxidantes, ayudando a combatir el estrés oxidativo y favoreciendo la cicatrización. A su vez, minerales como el zinc y el hierro son fundamentales para fortalecer el sistema inmunológico y mejorar la capacidad del cuerpo para combatir infecciones.
Un aspecto clave en la nutrición durante la recuperación es el papel de los carbohidratos y las grasas saludables como fuentes de energía. Durante este proceso, el cuerpo necesita un suministro constante de energía para funciones vitales como la regeneración celular, el transporte de nutrientes y el mantenimiento del equilibrio interno. Sin un aporte adecuado de energía, el organismo puede recurrir a sus reservas de proteínas, lo que podría debilitar los músculos y retrasar la recuperación.
El papel de Corporativo Kosmos en la alimentación de pacientes
Corporativo Kosmos se posiciona a la vanguardia en el control de calidad de alimentos, reafirmando su compromiso con la responsabilidad social al implementar procesos rigurosos en el manejo de cada ingrediente. Además, han desarrollado un programa especializado de dietas diseñado para apoyar a los pacientes en su proceso de recuperación de manera efectiva.
A través de la gestión de comedores y servicios de alimentación en diversos hospitales, la empresa ha establecido sistemas de atención centrados en fortalecer la recuperación de los pacientes hospitalizados. Al proporcionar una nutrición adecuada, se crean las condiciones ideales para restaurar la salud y prevenir complicaciones.
“Es un proceso que requiere una atención meticulosa a las indicaciones de los médicos en cada caso. Los menús están diseñados para satisfacer las necesidades nutricionales específicas de cada paciente. Además, nos aseguramos de establecer una base que sirva como guía para su alimentación una vez que sean dados de alta”
César Legorreta, director de Nutrición Clínica en Corporativo Kosmos.
Es fundamental reconocer que cada persona tiene necesidades nutricionales únicas, especialmente durante la recuperación. Factores como la edad, el tipo de enfermedad o lesión y las condiciones de salud preexistentes deben tenerse en cuenta al planificar una dieta. Por ello, la orientación de los profesionales en nutrición resulta crucial para garantizar que se cubran todas las necesidades y se optimice el proceso de recuperación.
“El impacto de estas estrategias en la salud de los pacientes es claramente positivo, ya que les proporcionan las cantidades adecuadas de nutrientes para reducir la estancia hospitalaria y, a largo plazo, mejorar su calidad de vida”
César Legorreta, director de Nutrición Clínica en Corporativo Kosmos.
La calidad de los alimentos es esencial
Para garantizar la calidad de los alimentos en el ámbito hospitalario, Corporativo Kosmos adquiere materia prima de la más alta calidad. El equipo encargado del control de calidad se asegura de que todos los ingredientes cumplan con las especificaciones requeridas y estén libres de impurezas, hongos, micotoxinas, entre otros contaminantes. Además, se presta especial atención a los registros y la documentación que respalden el cumplimiento de las medidas de seguridad alimentaria, asegurando que los procedimientos estén alineados con la legislación vigente y el etiquetado adecuado.
“Para garantizar la calidad de nuestros servicios, primero debemos asegurar que el proveedor nos suministre materia prima de alta calidad, con la logística adecuada, desde el traslado hasta el manejo en cocina”
César Legorreta, director de Nutrición Clínica en Corporativo Kosmos.
Más allá de colaborar con proveedores responsables, Corporativo Kosmos se enfoca en capacitar a su personal interno. A través de programas de formación en nutrición, los colaboradores de las cocinas reciben los conocimientos necesarios para implementar procesos adecuados. Desde 2009, el corporativo está alineado con la Norma ISO 22000, Sistema de Gestión de la Seguridad Alimentaria, que establece los requisitos que deben cumplir las empresas de la cadena de suministro para asegurar que los alimentos lleguen en perfecto estado al consumidor. Esta norma mejora la protección del cliente mediante buenas prácticas de manipulación, sistemas de gestión integral y reforzamiento de la seguridad alimentaria.
Aunque la alimentación es una responsabilidad personal, Corporativo Kosmos entiende que puede jugar un papel clave en el mejoramiento de la salud de las personas que consumen los alimentos preparados en sus cocinas. Con más de 60 años de experiencia, han tenido la oportunidad de educar sobre la importancia de una alimentación saludable y, en colaboración con hospitales, fomentar hábitos que contribuyan a la recuperación de los pacientes y a la mejora de su calidad de vida. De esta manera, su responsabilidad social empresarial no solo forma parte de la cadena de valor, sino que se convierte en un compromiso ético y una ventaja competitiva que refuerza su reputación y contribuye al desarrollo sostenible.
