Imagina que tus hijos juegan en el parque o en tu jardín mientras comen caramelos; difícilmente hay un contenedor de basura cerca de ellos, así que es muy probable que los envoltorios terminen sobre el pasto regados sin ningún cuidado. No dudamos al notar eso tendrías una conversación con ellos o los enseñarías a desecharlos en el lugar correcto, pero ¿qué pasaría si, de hecho, el lugar correcto fuera tu jardín?
Si se trata de las trufas de chocolate Alter Eco’s, entre las plantas es sin duda el lugar en donde deben colocarse los empaques, ya que la marca se encuentra trabajando en hacer que todas sus envolturas sean no sólo ecológicas, sino compostables. Aunque parecen laminadas como cualquier otro envoltorio de chocolates, en realidad están hechas de un bioplástico flexible que se convierte en composta.
«Nos esforzamos para ser respetuosos con el medio ambiente y facilitar esta tarea a nuestros consumidores», dijo Edouard Rollet, cofundador de Alter Eco’s a Fast Company.
Las envolturas enterradas en macetas o patios desaparecen casi por completo en aproximadamente seis semanas, ya que el material está fabricado principalmente a base de madera y las tintas no son tóxicas. La pequeña cantidad de aluminio en el interior también llega a descomponerse con ayuda de insectos y hongos.
Desde luego, este no fue un cambio sencillo para la compañía, ya que tuvo que diseñar un material que además de ser amigable con el medio ambiente tuviera la capacidad de mantener las trufas frescas. «Uno de los mayores retos y temores sobre los materiales compostables, es que se mantengan intactos a lo largo de toda la vida útil del producto», señaló Rollet.
La marca prevé que este material debute en sus envolturas para enero de 2016, y más tarde comience a extenderse a través de la industria, ayudando a reducir costos.
Que buena noticia, solo será necesario que en verdad se degraden en 6 semanas como dicen… en hora buena.