La boda tendrá que esperar, y el motivo es la solidaridad.
La cantante australiana Kylie Minogue había anunciado en febrero su intención de contraer matrimonio con su novio, el actor británico Joshua Sasse.
Pero este jueves Sasse aseguró que no se casarán hasta que Australia apruebe el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Hace tiempo que la pareja se convirtió en portavoz de «Say ‘I Do’ Down Under», una campaña que reclama la unión igualitaria en el país oceánico.
La iniciativa nació a raíz de la promesa que el gobierno hizo en marzo de que, si ganaba las elecciones, convocaría un referendo sobre el matrimonio homosexual.
En septiembre ya le puso fecha a la consulta ciudadana para decidir si se legalizan esas uniones, pero antes la tiene que aprobar el parlamento. Si lo hace, el plebiscito no vinculante se celebrará el 11 de febrero de 2017.
Y si se hace, los australianos deberán responder a esta pregunta: «¿Debería cambiar la ley para permitir a las parejas del mismo sexo casarse?».
Ante esto, son varios los famosos que se han unido a la campaña; entre otros, la cantante Dolly Parton, la actriz Margot Robbie (quien portó una camiseta con el lema del proyecto en su última participación en el programa Saturday Night Live), el líder de la banda Scissor Sisters Jake Shears o la actriz Kelly Ripa.
Minogue también ha lucido la camiseta de la campaña en varias ocasiones.
Y, por su parte, Sasse dijo que él y la cante australiana quieren casarse en Melbourne. «Pero no lo haremos hasta que esta ley se apruebe en Australia».
«Simplemente no puedo concebir que, bajo cualquier precepto moral o religioso,yo tenga el derecho a casarme con la persona a la que amo pero que otros no lo puedan hacer por su orientación sexual», le dijo el actor a la cadena australiana de televisión Seven Network.
Críticas
Australia ha recibido críticas de varias organizaciones por su lentitud en la legalización de las uniones entre personas del mismo sexo.
En diciembre de 2013, el Tribunal Superior anuló una la ley que permitía estos matrimonios en el Territorio de la Capital Australiana, un distrito federal del estado Nueva Gales del Sur, a 320 km al suroeste de Sídney, por considerar que contravenía la Ley federal de Matrimonios de 1961.
También han fracasado propuestas legislativas similares en el estado de Tasmania y en Nueva Gales del Sur, cuya capital es Sídney.
Ahora, se han destinado US$120 millones a las campañas tanto a favor como en contra de la iniciativa.
Los defensores del status quo dicen que un cambio en la definición del matrimonio debería ser decidido por los votantes, no por el parlamento.
Pero algunos de los que están a favor de que se aprueben las uniones homosexuales aseguran que permitir que haya un debate nacional sobre el tema podría abrir la puerta a una retórica abusiva.
Fuente: BBCMundo