La Casa del Rey recibió 326 regalos institucionales durante 2015, cuya lista ha hecho pública este jueves en virtud de los principios de transparencia adoptados por Felipe VI desde su proclamación. Se trata de obsequios relacionados con las actividades oficiales de los miembros de la familia real, así como los recibidos por las Administraciones, entidades e instituciones públicas y los ofrecidos por embajadores o Estados extranjeros.
Es la primera vez que la Casa del Rey hace públicos estos presentes, entre los que figuran placas, jarrones de porcelana, plumas estilográficas, libros, esculturas, insignias, monedas conmemorativas, corbatas, gemelos, libros, CD, maquetas o prendas deportivas. Incluso la colección completa en Blu-Ray de las cuatro temporadas de la serie Juego de Tronos que el entonces eurodiputado Pablo Iglesias regaló al Rey durante su viaje a Bruselas con motivo de su visita a las instituciones europeas.
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El Rey recibió 151 regalos, mientras que a la Reina le fueron entregados 80. En sus actos compartidos, tuvieron 57. La Princesa de Asturias y la infanta Sofía recibieron 16 obsequios. Por su parte, don Juan Carlos fue distinguido con nueve presentes, mientras que doña Sofía recibió 12. Juntos, tuvieron uno.
El uso o afectación de los obsequios será determinado entre la Casa del Rey y Patrimonio Nacional, quedando descartados aquellos que carecen de valor histórico o cuyo valor económico es irrelevante.
Desde su llegada al trono, Felipe VI puso en marcha un paquete de medidas que plasmasen su concepto de “monarquía renovada” que, como definió en su proclamación, tenía que ser “íntegra, honesta y transparente”. El Rey fijó incompatibilidades a los miembros de la familia real, sometió a la Corona a una auditoría externa, como la mayoría de casas reales europeas, marcó un control sobre los regalos que recibe y un código de conducta para el personal de La Zarzuela.
En el caso de los regalos, La Zarzuela comunicó previamente a las autoridades y entidades que organizan actos a los que acuden los Reyes que no aceptarían obsequios caros (como sí los aceptó Juan Carlos I: el yate Fortuna y dos Ferraris) ni favores o servicios en condiciones ventajosas.
La Casa del Rey divide en dos categorías los regalos: personales y de carácter institucional (los recibidos en actos institucionales). Los primeros no se hacen públicos, aunque de superar lo que se considera el uso social de cortesía, son cedidos a entidades sin ánimo de lucro. Los institucionales se publican por primera vez en la web y se ceden a Patrimonio Nacional.
Fuente: El pais