La Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos se ha comprometido a no volver a usar en sus operaciones falsas campañas de vacunación, como ocurrió hace tres años durante la búsqueda del ahora fallecido líder de Al Qaeda, Osama bin Laden, ha informado en exclusiva el diario The Washington Post.
Así lo expresó una asistente en Seguridad Nacional del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en una carta de respuesta a otra misiva en la que los decanos de doce facultades de salud pública estadounidenses se quejaban del perjuicio que suponen ese tipo de prácticas para toda la comunidad sanitaria.
The Washington Post, que adelantó esta información esta madrugada, cita como fuentes a dicha asesora, Lisa Monaco, y a la portavoz del Consejo de Seguridad de la Casa Blanca, Caitlin Hayden.
Los decanos escribieron una carta a Obama en enero de 2013 para protestar por la operación en la que la CIA usó al médico paquistaní Shakil Afridi para conseguir muestras de ADN que pudieran confirmar la presencia de Bin Laden en la zona a través de una falsa campaña de vacunación contra la polio en Abbottabad.
Esa controvertida operación fracasó y Afridi fue condenado por traición a 23 años de cárcel.
«Encubrir operaciones de inteligencia con servicio público humanitario ha provocado consecuencias colaterales que han afectado a toda la comunidad de la salud pública», escribieron los decanos en su misiva al presidente.
Según The Washington Post, el Gobierno respondió a los decanos el pasado viernes y prometió que la CIA no repetirá ese tipo de prácticas.
«La agencia no hará uso de los programas de vacunación para sus operaciones, lo que incluye a los trabajadores de estas campañas. Tampoco buscará obtener o utilizar -para sus operaciones- las muestras de ADN o de otro material genético recabadas con estos programas», promete el Gobierno en su carta.
Muchos cooperantes sanitarios han sido atacados o incluso asesinados bajo el alegato de que la campaña de vacunación que estaban realizando era en realidad una operación de espionaje.
Fuente: El Mundo