Escrito por: Iraís Bermea
La definición del diccionario de Oxford de la palabra colaboración es el trabajo hecho conjuntamente con otras personas, pero en el mundo de la sostenibilidad esa descripción se queda corta pues la colaboración se vuelve clave para impulsar la transformación positiva de nuestro entorno y así es como esta palabra asume un nivel de complejidad que debe reconocerse.
La semana pasada se llevó a cabo la Semana Mundial Del Agua en Estocolmo que es uno de los foros internacionales más importantes que se realizan para llevar al diálogo los retos que enfrentamos en el mundo con respecto al agua, inició como un festival en los 90s en la ciudad de Estocolmo, Suecia cuando después de un par de décadas con contaminación en el agua, lograron resolver el problema y sus ciudadanos podían volver a nadar en los ríos. En el marco de este festival, se realizo la primera reunión de expertos que se dedicaban al agua y más de 30 años después lo que empezó con 500 personas hoy son más de 10mil personas de diferentes países reunidos en Estocolmo para compartir inquietudes, reflexiones y soluciones sobre los retos hídricos del mundo.
También en noviembre se llevará a cabo COP (Conferencia de las Partes por sus siglas en inglés), estas conferencias fueron establecidas por el Convención Marco de Cambio Climático de Naciones Unidas (UNFCCC en sus siglas en inglés) en la Cumbre de la Tierra que tuvo lugar en Río de Janeiro en 1992. En esta cumbre sobre desarrollo sostenible, se identificaron tres procesos biofísicos en alto riesgo: la desertificación, la pérdida de biodiversidad y el cambio climático.
Las enfocadas a cambio climático son las que han tomado el más alto nivel y con una gran relevancia para la agenda internacional. Las COP convocan a más de 200 partes, en los que se engloba países, organizaciones regionales y actores no estatales. La primera COP tuvo lugar en Berlín en 1995, justo un año después de la entrada en vigor de los acuerdos alcanzados en la Convención de Río. A partir de ese año y de forma anual se llevan a cabo reuniones de las partes para hablar, negociar y acordar de manera conjunta cómo abordar el cambio climático.
Estos dos espacios son solo ejemplos de los muchos que podemos encontrar, algunos internacionales, nacionales y locales, también divididos por temática, sector e incluso nivel de influencia y una frase que escuché la semana pasada en voz de Henk Ovnik, enviado especial en temas de Agua por la Embajada de Países Bajos, me dejo una gran reflexión “Sí podemos cambiar el mundo, no con una conferencia, si no con nuestros compromisos colectivos, nuestras acciones colectivas en los diferentes sectores y grupos, con todos y para todos!”
Así que para lograr ese cambio necesitamos colaboración y para encontrar colaboración necesitamos diálogos reales que solo podemos tener si nos encontramos en un mismo espacio para llevar la conversación, acuerdos y aprendizajes a las acciones colectivas con una misma visión.
Pero ¿cómo logramos que estos espacios en los que participamos sean valiosos con un enfoque en el cambio?
1) Si estás diseñando un espacio asegúrate de tener un objetivo claro alineado a la transformación que quieres generar contesta las siguientes preguntas ¿por qué es necesario este espacio? ¿Qué quiero provocar? Y ¿cómo lo vas a medir? El objetivo es el único que determina las características de tu evento desde lo más operativo como el lugar hasta lo más estratégico que es la agenda y los invitados.
2) Si vas a participar en un espacio mantén tu mente abierta para aprender, incluso de cosas que no necesariamente parecieran ser tus temáticas o regiones prioritarias, escuchar los casos de éxito o retos de otros nos permite abrir nuestra mente para escuchar y adaptar estos aprendizajes a nuestra realidad.
3) Si vas a compartir conocimiento en un espacio, trata de hacerlo desde el aspecto más real, no todo se trata de éxitos, los mejores aprendizajes se dan cuando mostramos esos retos que nos topamos y que otros podrían estar viviendo. Cómo los afrontaste será la fórmula ideal para muchos que tendrán que pasar ese camino.
4) Atrévete a ser incomodo, son estos espacios en donde debemos atrevernos a hacer las preguntas difíciles, proponer los compromisos complicados y retar las soluciones que otros ponen sobre la mesa, todo bien fundamentado y con un objetivo claro de llegar al mayor impacto. Son estos espacios los que nos darán la oportunidad de encontrar las negociaciones entre los diferentes sectores, niveles, regiones que se tienen que dar para entender qué tenemos que hacer y qué tenemos que dejar de hacer.
5) Lleva todo a la acción, las conversaciones son sumamente valiosas pero lo más importante va a ser generar un plan para tu organización. Atrévete a construir un plan que especifique como todo lo aprendido, compartido y discutido se puede convertir en un ajuste de tu estrategia, una mejora, un cambio o incluso un nuevo proyecto que hacer.
6) Comparte, comparte, comparte. Si estas en un espacio de diálogo, comparte tus aprendizajes, necesitamos más personas aprendiendo de estos temas, date el tiempo de traducirlo para diferentes audiencias, de resumir lo que escuchaste y de transferir todo ese conocimiento que tuviste la oportunidad de conocer de primera mano.
Nos encontramos en un momento determinante, el cambio climático sigue demostrándonos en cada esquina del mundo que necesitamos acelerar el cambio y un solo sector no podrá lograrlo solo, tenemos que estar más juntos que nunca y para colaborar necesitamos el diálogo y un diálogo solo se da si tenemos escucha activa y nos atrevemos a ver la perspectiva del otro. Seamos aceleradores del cambio atreviéndonos a colaborar de verdad.
———————————-
Iraís Bermea tiene más de 10 años formando parte del sector del desarrollo sostenible cumpliendo su propósito de vida de inspirar al cambio a través de la comunicación y el conocimiento. Actualmente es Jefe de Comunicación e Impacto Social en Fundación FEMSA y Cofundadora de Chinampa MX y SustenTalent. Es una ferviente creyente de la humanidad, optimista sobre el futuro, obsesiva del autoconocimiento y amante de todos los animales del mundo.
