La Comisión Europea ha propuesto este martes un sistema común para verificar la huella ecológica de los productos y empresas europeos, con el objetivo de medir con criterios unificados el impacto que su producción tiene en el medio ambiente.
El objetivo es ofrecer a los consumidores una información «fiable y comparable» sobre los sellos ecológicos que a menudo se ven en el mercado de la Unión Europea y dar garantías sobre su certificación o advertir de sus incumplimientos. También se quiere acompañar a las empresas que quieren cumplir criterios medioambientales para facilitarles el proceso.
Por ello, la Comisión recomienda a los Estados miembros, a las empresas y las organizaciones privadas y financieras «el uso voluntario» de las dos herramientas con las que medir la huella de los productos y la de las compañías, respectivamente.
«Para impulsar el crecimiento sostenible es necesario garantizar que se conocen y reconocen los productos del mercado que hacen un uso más eficiente de los recursos y más respetuosos con el medio ambiente», ha dicho en una rueda de prensa el comisario de Medio Ambiente, Janez Potocnik, al presentar su propuesta.
El comisario ha explicado que con estos modelos para medir el impacto ecológico no sólo «se permite elegir» a los consumidores, al ofrecerles una información más fiable, sino que también se ayuda a las empresas a «armonizar» sus sistemas, con lo que «se reducen sus costes y cargas burocráticas».
La iniciativa que promueve el Ejecutivo comunitario prevé, asimismo, una fase de ensayo de tres años para fijar reglas de categorías de productos y sectores específicos, que tendrá en cuenta también la experiencia de las empresas con estos métodos.
Además establece un conjunto de principios para la comunicación del comportamiento ambiental, tales como la transparencia, la fiabilidad, la integridad, la comparativa y la claridad.
Fuente: Europa Press
