La próxima semana se llevará a cabo en la capital el evento internacional “El derecho a los cielos oscuros”, convocado por la Unesco, Conacyt y UNAM, donde se realizarán conferencias, talleres y exposiciones sobre la importancia de recuperar espacios invadidos por la contaminación lumínica, con el o objetivo de mantener sitios para la observación celeste y astronómica.
En el evento —que se llevará a cabo del 20 al 22 de enero en el Centro de Cultura Digital— participarán astrónomos y científicos de México, EU, Europa y Chile, quienes expondrán experiencias y propuestas para la conservación de cielos oscuros para la observación astronómica, así como para el goce de las sociedades.
“El cielo nocturno fue utilizado por los primeros nómadas como reloj. En México todas nuestras culturas, desde los olmecas hasta los mexicas, tuvieron el cielo como un referente y sus ciudades fueron construidas y orientadas en base a ello”, refiere José Franco, investigador y ex director del Instituto de Astronomía de la UNAM, y uno de los organizadores del encuentro.
Hoy en día, apunta, las poblaciones han crecido en las ciudades y desde que el hombre comenzó a utilizar de manera intensiva recursos de combustibles fósiles se desarrollaron asentamientos muy grandes para poblaciones e industrias. Esto ha generado que la contaminación lumínica haya aumentado y sea un problema similar al de la contaminación de la atmósfera o del medio ambiente.
Explica que en las ciudades, por ejemplo, el alumbrado público no está pensado de forma regulada ni es amigable con el medio ambiente, lo que significa un desperdicio.
“Cuando vemos fotos satelitales del mundo nocturno vemos una iluminación gigantesca por todos lados, es luz desperdiciada, puesto que se va hacia arriba, representando un gasto energético y contaminación lumínica muy importante. Iluminar el cielo, en vez de calles y localidades, representa un gasto de dinero, recursos, energía y combustible”.
El también director de Divulgación de la Ciencias de la UNAM dice que el alumbrado público representa una fracción importante, una cuarta parte, del gasto de todos los municipios en el mundo, la cual no se puede desperdiciar iluminando innecesariamente el cielo.
Reservas turísticas: José Franco mencionó que en México hay lugares importantes de relevancia astronómica que deben cuidar sus cielos nocturnos, como Sierra Negra, Puebla, donde se encuentra el Gran Telescopio Milimétrico, y San Pedro Mártir, Ensenada, Baja California, donde se encuentra el Observatorio Astronómico Nacional.
Pero el cielo oscuro como un recurso natural y con importancia cultural va más allá del oficio astronómico, acota. Existen zonas muy interesantes para la observación recreativa, señala, incluso algunas de éstas podrían obtener la certificación turística de la Unesco Starlight, gestionada en Europa y de la cual Franco es el encargado de la iniciativa para el continente americano.
“Tal es el caso de La Peña del Bernal (Querétaro), donde hoteleros, y restauranteros apoyan que el sitio sea la primera reserva Starlight del país”. El astrónomo refiere que hay muchas otras regiones muy interesantes para la observación celeste, incluso si se disminuyera la contaminación lumínica, prácticamente en todo el país podrían verse las maravillas del Universo.
“Existen zonas alrededor del Ajusco muy bonitas y con bosques que permiten disfrutar el cielo, pero igualmente pueden encontrarse en Zacatecas, Aguascalientes o Torreón, donde se podría disfrutar el cielo de manera maravillosa. En La Paz se te cae el cielo de manera espectacular, pero en Los Cabos es imposible por la luz de todos los complejos turísticos; lo mismo en el Caribe, donde no se ve nada en Cancún, pero en Cozumel o Islas Mujeres se puede disfrutar de la bóveda celeste”.
Líneas de acción: Si bien la Unesco ha llevado a cabo encuentros y conferencias similares, principalmente en 2003 y 2007, esta ocasión “El derecho a los cielos oscuros” dará continuidad a estos trabajos, pero además buscará plantear iniciativas que pueden aplicarse en nuestro país.
“Queremos definir líneas de acción para seguir impulsando la investigación astronómica y normativas para una adecuada iluminación nocturna, que permita tener derecho a los cielos oscuros. También buscamos sentar las bases para tener un desarrollo sostenible para nuestro mundo, reducir consumo de hidrocarburos y costos energéticos”.
El encuentro «El derecho a los cielos oscuros» se llevará a cabo del 20 al 22 de enero en el Centro de Cultura Digital. Los dos primeros días se realizarán conferencias a partir de las 9:00 y el tercero habrá talleres para formular propuestas. Ese mismo día se expondrán las conclusiones.
Fuente: La Crónica
