El crimen, la corrupción y la evasión de impuestos le costaron en 2010 858,8 mil millones de dólares a los países en vías de desarrollo, cerca del máximo alcanzado en 2008 (871,3 mil millones de dólares).
Así se desprende del informe Illicit Financial Flows from Developing Countries: 2001-2010, elaborado por los economistas Dev Kar y Sarah Freitas, de Global Financial Integrity (GFI), como actualización anual del importe de los flujos de dinero que salen de los países en vías de desarrollo ilegalmente y que por primera vez incluye datos de 2010.
«Sumas astronómicas de dinero sucio continuan saliendo de los países en desarrollo hacia paraísos fiscales y otros bancos en países desarrollados», afirmó el Director de GFI Raymond Baker.
«Independientemente de la metodología, una cosa está clara: las economías en desarrollo están perdiendo cada vez más dinero en un momento en que las naciones ricas y pobres por igual están luchando para impulsar el crecimiento económico. Este informe debe ser una llamada de atención a los líderes mundiales para luchar con mayor determinación para hacer frente a estos flujos ilegales y perjudiciales», añadió Baker.
Por su parte, el Dr. Kar explicó que «las estimaciones proporcionadas por cualquier metodología aún podrían ser extremadamente conservadoras, ya que no incluyen datos de la de manipulación de precios en servicios o los tratos realizados en grandes cantidades de dinero, por ejemplo. Esto significa que gran parte de las ganancias del tráfico de drogas, contrabando de personas y otras actividades delictivas, que a menudo son liquidados en efectivo, no se incluyen en estas estimaciones».
Así, los 858,8 mil millones de dólares en flujos ilegales perdidos en 2010 implican un repunte significativo respecto a 2009 (776,0 millones de dólares). El estudio estima que los países en desarrollo perdieron un total de 5,86 billones de dólares entre 2001 y 2010.
«Esto tiene consecuencias muy importantes para las economías en desarrollo», explicó Freitas, coautora del informe.
«Los países pobres pierden casi un billón de dólares que podrían haber sido invertidos en salud, educación e infraestructura. Es casi un billón de dólares que podrían haber sido utilizados para sacar a la gente de la pobreza y salvar vidas».
Los autores del informe han hecho un seguimiento de la cantidad de capital ilegal que fluyó de 150 países en desarrollo entre 2001 y 2010, y han clasificado a los países por la magnitud de los flujos ilegales de dinero, situando como mayores esportadores de dinero ilegal de la década, y por este orden, a: China (274 billones de dólares de media), Mexico (47,6 billones de media), Malaysia (28,5 billones de media), Arabia Saudí (21,0 billones de media), Rusia (15,2 billones de media), Filipinas (13,8 billones de media), Nigeria (12,9 billones de media), India (12,3 billones de media), Indonesia (10,9 billones de media) y los Emiratos Árabes Unidos (10,7 billones de media).
Por lo que respecta a 2010, los mayores exportadores de dinero ilegal fueron China, Malaysia, Mexico, Rusia, Arabia Saudí, Irak, Nigeria, Costa Rica, Filipinas y Tailandia.
De esta forma, China se consolida como el mayor exportador de dinero ilegal del mundo, así como su mayor víctima.
Tal y como se denunciaba en un informe anterior publicado en octubre, «los flujos financieros ilícitos procedentes de China y la falsificación de la facturación comercial», ocasionaron a la economía china unas pérdidas de 3,79 biillones de dólares entre 2000 y 2011.
«Nuestros informes siguen demostrando que la economía china es una bomba de relojería», afirmó el Dr. Kar.»El orden social, político y económico en ese país no es sostenible a largo plazo, dadas esas salidas ilegales masivas».
Como alternativa, Global Financial Integrity recomienda a los líderes mundiales aumentar la transparencia del sistema financiero internacional, además de encarar los problemas planteados por las sociedades fantasmas, fundaciones y fideicomisos exigiendo la titularidad de todas las cuentas bancarias y de valores y exigiendo que la información sobre el dueño verdadero y físico de todas las corporaciones, fieicomisos, y fundaciones se pongan a disposición de la polícia.
Además, defiende una reforma del protocolo comercial para evitar casos de manipulación de precios y la exigencia de que los países den a conocer las cuentas, beneficios e impuestos de las compañías multinacionales.
Por último, GFI aboga por el intercambio transfronterizo automático de la información fiscal, la armonización de las leyes contra el blanqueo de dinero y por una aplicación más rigurosa de las leyes ya existentes.
Fuente: CulturaRSC