Las empresas se benefician cuando los empleados hablan. Si los colaboradores no comunican sus opiniones, las empresas están perdiendo muchos beneficios. Cuando los empleados se sienten cómodos expresando sus opiniones, sugerencias o inquietudes con franqueza, las empresas se vuelven mejores para manejar las amenazas y las oportunidades.
Pero los empleados a menudo guardan silencio. No comparten sus opiniones, preocupaciones o ideas. En general, existen dos puntos de vista sobre por qué: uno es la perspectiva de la personalidad, que sugiere que estos empleados carecen inherentemente de la disposición para ponerse de pie y hablar sobre temas críticos, que podrían ser demasiado introvertidos o tímidos para articular sus puntos de vista al equipo. Una posible solución es contratar empleados que tienen disposiciones proactivas y están más inclinados a decir la verdad a los jefes.
¿Por qué tus colaboradores no comunican? Un estudio
Los empleados a menudo tienen ideas, información y opiniones para formas constructivas de mejorar el trabajo y las empresas. A veces los colaboradores ejercen su voz y expresan sus ideas, información y opiniones y otras veces se involucran en el silencio y retienen sus ideas, información y opiniones por miedo o cualquier otra razón.
Expresar y retener las opiniones y retención pueden parecer polos opuestos porque el silencio implica no hablar, mientras que la voz implica hablar sobre temas y problemas importantes en las compañías. Un estudio sugiere que el silencio y la voz de los empleados se conceptualizan mejor como construcciones multidimensionales separadas. Basándonos en los motivos de los empleados, se pueden diferenciar tres tipos de silencio:
- Silencio de aquiescencia
- Silencio de defensa
- Silencio ProSocial
y tres tipos de voz paralelos:
- Voz de acuerdo
- Voz de defensa
- Voz ProSocial donde la retención de información importante no es simplemente la ausencia de voz.
El silencio es más ambiguo que la voz. Los observadores tienen más probabilidades de atribuir erróneamente los motivos de los empleados al silencio que a la voz, y las atribuciones erróneas de los motivos detrás del silencio dará lugar a más consecuencias incongruentes (tanto positivas como negativas) para los empleados (que tener voz).
No es simple ser un empleado callado en la oficina si quieres hablar. Esto es lo que hace que se queden callados.
Hallazgos del estudio porque los colaboradores no comunican
Los colaboradores no comunican porque creen que su ambiente de trabajo no es propicio para ello. Podrían temer sufrir costos sociales significativos al desafiar a sus jefes. Esta perspectiva lleva a soluciones centradas en cómo los gerentes pueden crear las normas sociales correctas que alientan a los empleados a expresar sus preocupaciones sin temor a las sanciones.
Si la personalidad es el principal predictor de hablar, los factores situacionales no deberían importar tanto. Esto significa que los empleados que están intrínsecamente dispuestos a hablar serán los que con mayor frecuencia lo hagan. Por el contrario, si la situación o el entorno es el principal impulsor para hablar, entonces la personalidad de los empleados debería ser menos importante: los empleados hablarían, independientemente de sus disposiciones subyacentes, cuando el entorno laboral fomente hablar, y permanecerían en silencio cuando el medio ambiente no lo hace.
Otro estudio con datos similares
Una investigación recopiló datos de una planta de fabricación en Malasia en 2014. Los investigadores encuestaron a 291 empleados y sus supervisores. Preguntaron a los empleados qué probabilidades tenían de estar dispuestos a buscar oportunidades en su entorno. Así fue como evaluaron si los empleados tenían una personalidad inclinada a hablar. También preguntaron si se espera que expresen sus opiniones como parte de su trabajo diario, y si se les alienta, se recompensa o se castiga. Cada empleado calificó su orientación de enfoque, así como las expectativas en su trabajo, utilizando medidas validadas. Para cada empleado del equipo, su supervisor calificó la frecuencia de hablar.
Tener el permiso de expresar sugerencias para mejorar las prácticas de trabajo en una empresa, y tener prohibido que los colaboradores hablen no es lo mismo o que un día sí se puede y el otro tiene consecuencias no habla bien de las empresas.
La empresa del estudio era responsable de fabricación y venta de jabones, detergentes y otros productos de limpieza del hogar, y los empleados a menudo se encontraban en situaciones en las que había una necesidad de hablar sobre temas relacionados con las operaciones de trabajo actuales. Por ejemplo, los empleados podrían sugerir enfoques novedosos para apilar materias primas, mejorar la disposición de los equipos o mejorar la coordinación durante los cambios de turno. También podrían plantear problemas tales como equipo de seguridad defectuoso o violaciones de los procedimientos de operación estándar en el taller.
Animar a los empleados a expresar sus ideas
Según los datos, tanto la personalidad como el entorno tenían un efecto significativo en la tendencia de los empleados a expresar sus ideas o inquietudes. Los empleados con una alta orientación de enfoque, que tienden a buscar oportunidades y asumir más riesgos, hablaron más a menudo con ideas que aquellos con una orientación de enfoque más baja. Los colaboradores que creían que se esperaba que sugirieran ideas hablaron más que aquellos que no sintieron que era parte de su trabajo.
Este hallazgo sugiere que si una empresa quiere que los empleados se expresen, el ambiente de trabajo y las normas sociales del equipo son importantes. Incluso las personas que están más inclinadas a plantear ideas y sugerencias pueden no hacerlo si temen ser insultadas o penalizadas. Por otro lado, alentar y recompensar hablar puede ayudar a más personas a hacerlo, incluso si su personalidad los hace más adversos al riesgo.
También se descubrió que el ambiente podría influir en la forma en que los empleados se expresaban. Los colaboradores expresaron sus opiniones de dos maneras diferentes: identificando áreas de mejora en el trabajo y diagnosticando amenazas potenciales para la organización y denunciando conductas indeseables que podrían comprometer la seguridad o las operaciones.
Las normas de trabajo pueden animar a todos los empleados a hablar o hacer que los colaboradores no comunican. Pero según los hallazgos del estudio también hay que enfocar la voz en los problemas específicos que enfrenta la organización. Los gerentes que trabajan en contextos donde la innovación es importante harían bien en crear un entorno que anime específicamente a los empleados a desarrollar ideas que puedan ofrecer nuevas oportunidades para el éxito.
El estudio tiene sus limitaciones. Por ejemplo, se llevó a cabo en Asia oriental, donde las personas que se atribuyen al valor cultural del colectivismo y las normas sociales podrían desempeñar un papel más importante que en el Occidente. Pero la investigación sugiere que si quieres evitar que los colaboradores no comunican y prefieres que sean más expresivos y contribuyan con ideas y opiniones, hay que animar activamente ese comportamiento y recompensar a quienes lo hacen.