El Fondo Monetario Internacional reconoció que no se puede evitar la desigualdad pero que esto puede ocasionar la cohesión social, conducir a la polarización política y reducir el crecimiento económico.
En las economías en desarrollo, la redistribución fiscal es muy limitada porque la tributación y el gasto son más bajos y menos progresivos y también porque los impuestos indirectos regresivos son más comunes.
De acuerdo con el Economista, después la inversión en la educación y la salud puede ayudar a reducir la desigualdad del ingreso a mediano plazo, moderar la persistencia de la pobreza entre generaciones, realzar la movilidad social y en última instancia promover un crecimiento inclusivo sostenido.
El reporte que es dirigido por Vitor Gaspar, consejero fiscal del Fondo, encuentran que la renta de capital está distribuida con más desigualdad que la renta del ingreso.
Su proporción dentro del ingreso total ha aumentado en las últimas décadas y a menudo tributa a tasas más bajas y decrecientes que la renta del ingreso.
En el estudio se destaca una tensión sistemática entre mayor crecimiento y menor desigualdad.
En las economías en desarrollo, la redistribución fiscal es mucho más limitada porque la tributación y el gasto son más bajos y menos progresivos.