No es raro que un área o grupo que pretende impulsar la inclusión y la diversidad sea también homogénea en cuanto a género, raza o estrato socioeconómico. El ejemplo más cercano es el reciente Foro Económico Mundial de Davos, donde se habló mucho de la importancia de impulsar a las mujeres, pero solo el 17.9% de los 2,500 participantes fueron mujeres. La RSE y la sustentabilidad corporativa no son la excepción a este fenómeno.
En un interesante artículo escrito para Green Biz, Alistair Hall, estudiante del MBA en Sustentabilidad, cita algunas cifras sobre la poca diversidad en el mundo de la sustentabilidad.
Según Green 2.0 (un grupo que impulsa la diversidad racial en fundaciones, agencias de gobierno y OSC enfocadas en lo ambiental), solo el 12.4% de los colaboradores de OSC son personas de color; el número se eleva tan solo un poco en las agencias de gobierno y fundaciones, con un 15.5%. Otra encuesta realizada en Estados Unidos entre académicos descubrió que el 90% de los profesionales de la sustentabilidad en universidades se identifican como caucásicos.
Estos puestos suelen ser nuevos (el 70% de los encuestados dijo ser la primera persona que lo ocupa), por lo que «es necesario cultivar una mayor diversidad de pensamiento, experiencia e historial, no entorpecerla exigiendo marcos de trabajo específicos que solo se enseñan en escuelas caras ni crear un proceso que recompense el privilegio», afirma Hall.
Aunque sea difícil comparar estos datos con cifras en México o Latinoamérica, vale la pena dar un vistazo a quiénes son las personas que están liderando las áreas de RSE, Sustentabilidad o Medio Ambiente y recordar que una visión diversa suele ser una importante característica de los equipos exitosos. Para Hall, la disciplina de la sustentabilidad solo puede prosperar si se basa en la diversidad, la innovación y el pensamiento de sistemas.
Si el fin de la sustentabilidad corporativa es que todas y cada una de las personas de la organización implementen prácticas innovadoras y contribuyan a su desarrollo, razona el autor, ¿no es momento también de ampliar el espectro de personas que podrían ser profesionales en esta área?