Recientemente hubo revuelo en las noticias con un post de la actriz y periodista colombiana Matilde Suescún, autora del blog feminista «Sin pelos en la lengua» publicado en BCC News donde afirma que el anillo de compromiso objetiviza a la mujer.
El machismo no existiría sin una mujer machista o mejor dicho, una cultura machista transmitida de generación a generación tanto a los hombres como las mujeres. La mujer reafirma y educa sobre los principios del machismo o el feminismo. Sin embargo, el feminismo, así como lo cuestiona la actriz, aún tiene sus incongruencias muy en el fondo de sus entrañas. Es tarea de cada uno de nosotros, tanto hombres como mujeres, re pensar y cuestionar las bases de lo que entendemos por igualdad. Pensar constantemente si las costumbres y tradiciones que estamos replicando de forma inconsciente están contribuyendo realmente al empoderamiento femenino o solo es una máscara.
En una charla de TED ofrecida por Sheryl Sandberg, Chief Operating Officer de Facebook desde el 2008, donde modera las razones por las cuales hay pocas mujeres en el liderazgo de las empresas, dictamina en su discurso, que para su generación ya no hay posibilidad de mover la estadística a 50% de mujeres en el liderazgo. Es decir, recae en las nuevas generaciones el reto de vencer en mayor medida el techo de cristal que tienen las mujeres en el mundo laboral.
¿Cómo podemos diseñar un programa de empoderamiento femenino que cuide de los sutiles mensajes que enviamos a nuestros públicos de interés?
A continuación, cinco claves para el diseño:
1) Ten en cuenta que hay que reconstruir en el día a día las acciones, gestos, palabras y costumbres que reafirman el machismo. Todo debe verse con una lupa de cuestionamiento, así como mencionamos que la actriz Suescún cuestionó el hecho de que el hombre es el que debe pedir la mano a la mujer con un anillo. Otro ejemplo son las canciones típicas infantiles o los juegos de infancia que tienen mensajes que refuerzan los roles tradicionales; la mujer del hogar y el hombre que trabaja.
2) El empoderamiento femenino no puede construirse en detrimento al hombre o realizando un juicio hacia él. La igualdad es una construcción social que requiere de la co-participación de ambos para que realmente sea igualdad y no fanatismo.
3) Detrás de un buen hombre hay una buena mujer y detrás de una buena mujer hay un buen hombre que la expone y la impulsa a brillar. Para que esto suceda hay que enseñarle al hombre que el poder no solo debe recaer en él, que eso no es una atribución única del hombre que lo hace más o menos viril.
4) La maternidad es un amplificador de la creatividad y sentido de progreso. La propia mujer se limita al primer momento que piensa en concebir, los sesgos sociales dicen que ya no podrá dar su 100% al trabajo, y ella misma hace a un lado sus aspiraciones de ascenso y a la vez la estructura empresarial puede enjuiciar de forma errada que su desempeño no será igual. Sin embargo, existen estudios que comprueban que una mujer con hijos puede incluso tener aun mayor fuerza de voluntad y superación, no por ella sino por su descendencia.
5) Dar el ejemplo: una de las formas más efectivas de impulsar el cambio es llevar experiencias exitosas en todos los niveles a sus grupos de interés para que conozcan de primera mano cómo produjeron un cambio de conducta en su entorno y sean capaces de replicar.
Anabell Villanueva Socióloga de la Universidad Central de Venezuela (UCV), magister en Gerencia Pública del Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA). Posee experiencia laboral desde hace seis años en el tercer sector y el corporativo trabajando temas de Responsabilidad Social, Voluntariado, Sustentabilidad, Transformación cultural, Liderazgo y nuevas generaciones.
LinkedIn: https://www.linkedin.com/in/anabell-villanueva-99493847.
