El estadounidense Jeremy Rifkin hizo una sentencia que suena a ciencia ficción: En los próximos 15 años habrá millones de personas generando energías verdes, como electricidad, su excedente lo enviarán por la web y algunas empresas se encargarán de administrarlas a otras de menor tamaño que busquen una eficiencia de costos como única alternativa.
“La tercera revolución industrial se basa en una infraestructura tecnológica que modifica el significado de la productividad. Alemania está marcando la pauta a seguir y ya transformó muchos de sus edificios para captar energías naturales”, comentó.
Durante una charla en el Primer Foro Nacional Sobre Política Industrial comentó que México es uno de los países que liderará en América Latina el cambio, por la gran cantidad de sol que se recibe y por el elevado número de pequeñas y medianas empresas que tiene.
Ante legisladores, empresarios y académicos, Rifkin dijo en un par de ocasiones que le daba “pena” saber que este país, “con una riqueza natural envidiable” solamente 5% de la energía genera es renovable.
“No hay vuelta de página, debemos dejar de pensar en los energéticos fósiles y en nuevas formas de producción. La gente me pregunta: ¿De verdad piensas que hay suficiente energía solar para mantener la economía mundial? Yo les respondo que sí, ésa es nuestra fuente natural y debemos, como especie humana, entenderlo y aprovecharlo”, comentó.
PRODUCCIÓN PERSONALIZADA
Miguel León Garza, académico del Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresas, se mostró sorprendido con la charla a pesar de conocer el trabajo de uno de los gurús de la tercera revolución industrial.
“Sabemos que la producción cada vez será más personalizada y prácticamente se venderá lo que se necesita. El caso de las piezas dentales es una primera muestra de ello. Quien quiera una corbata podrá pedirla vía electrónica con sus detalles y se le fabricará, pero eso de la transmisión de la energía y no desperdiciar nada, aún no lo asimilo”, refirió.
Jeremy Rifkin fue invitado hace unos años por el gobierno alemán, que siempre ha dejado claro que la base del éxito es la adecuada integración de los actores participantes. Siemens y Deutsche Telekom ya participan activamente.
“Siempre recomiendo que no se cometa el mismo error de mi país de origen, donde el presidente Obama ha insistido en tener una economía verde y se han gastado miles de dólares pero no ha logrado sinergias, que es lo único que lo hará posible. Los incentivos a las empresas son buenos, pero no suficientes”, agregó el experto.
Fuente: El Economista