Billones de dólares serán destinados a la energía solar en las próximas décadas, pero serán insuficientes para mantener el cambio climático bajo control.
Entre hoy y 2040, cerca de 3.7 billones de dólares serán gastados en sistemas solares en todo el mundo, según un nuevo informe de Bloomberg New Energy Finance.
Más de la mitad de esa cifra será destinada al tipo de paneles solares que las personas colocan en sus techos, los cuales rápidamente se están volviendo más baratos.
Este será un reto para los servicios públicos, que podrían encontrarse aislados del negocio de la venta de energía. Presenta una oportunidad para empresas como SolarCity, que actualmente controla más de un tercio del mercado solar en las azoteas residenciales de Estados Unidos. Competidores como Vivint y NRG también pueden beneficiarse.
Pero esas inversiones solares, junto con otras en energía limpia, no lograrán reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a un nivel que la mayoría de los científicos crean que es seguro, según el informe. Esto se debe en gran medida a las instalaciones de combustibles fósiles existentes en países desarrollados y a las nuevas plantas que son construidas en las naciones en desarrollo.
“El carbón seguirá desempeñando un papel importante en la energía mundial”, dijo el presidente de la junta asesora de New Energy Finance, Michael Liebreich. Las emisiones se “elevarán durante otra década y media, si no se adoptan nuevas medidas radicales de políticas”.
El informe predice que las emisiones relacionadas con la energía seguirán siendo 13% mayores en 2040 de lo que son ahora. Los científicos del clima que trabajan con la Organización de las Naciones Unidas (ONU) están pidiendo una reducción de entre 40% y 70% en las emisiones de gases de efecto invernadero en 2050 para atajar impredecibles —y potencialmente desastrosos— cambios en la Tierra.
Las ideas para la reducción de gases de efecto invernadero incluyen un impuesto sobre las emisiones de carbono o límites obligatorios coordinados a nivel mundial. La política actual es un mosaico de leyes nacionales, y la mayoría son bastante débiles.
“El mensaje para los negociadores internacionales… es que la actual configuración de directivas no será suficiente”, dijo Seb Henbest, autor principal del informe.
La próxima ronda de conversaciones internacionales sobre el cambio climático tendrá lugar en París en diciembre.
El informe no prevé que el aumento del uso de gas natural en Estados Unidos —posibilitado en gran medida por el fracking o fracturamiento hidráulico— se extienda al resto del mundo.
Muchos analistas han señalado que la llamada “revolución del esquisto” en Estados Unidos ha sido posible gracias a una combinación de experiencia, infraestructura, capital y derechos de propiedad de la tierra que existen solo en pocos lugares.
Fuente: CNN Expansión
