Desde hace más de 25 años, la Global Reporting Initiative (GRI) —organización internacional independiente que ayuda a las empresas y otras instancias a asumir la responsabilidad de sus impactos en el entorno— se ha consolidado como una de las herramientas claves para hacer más accesible los parámetros de medición para las compañías en su viaje a la sostenibilidad.
Con un creciente interés por esta última, se requiere que las corporaciones decididas a hacerse responsables de lo que sus actividades puedan contar con una guía que les enseñé a medir esto, lo cual es el primer paso para saber cómo y dónde pueden, tanto mitigar sus impactos como aportar al beneficio colectivo.
En este sentido, la sostenibilidad ha dado grandes pasos, y aunque sigue con un carácter voluntario, cada vez más los inversores, clientes, comunidades y hasta autoridades se mantienen al pendiente de las acciones positivas y transcendentes del sector privado. Incluso, una investigación señala que el 60% de las empresas han implantado la sostenibilidad en su estrategia de negocios, lo que ejemplifica la dimensión de esta tendencia.
Por lo que GRI, como parte de su misión de crear «un futuro sostenible habilitado por la transparencia y el diálogo abierto sobre los impactos», continúa expandiendo sus horizontes e intentando llegar a más organizaciones, para hablar de sobre esto, Edgar López, Director General de Expok, tuvo la oportunidad de platicar con Estefanía Rubio, Líder de Mercado de Capitales y Asuntos Públicos Latam en GRI.
¡Te dejamos la entrevista completa!
GRI: en palabras de Estefanía Rubio
Como se demuestra en la encuesta CEOs are Ready to Fund a Sustainable Transformation, elaborada por Google, en la que participaron 1491 ejecutivos en 16 países, solo el 36% de los encuestados afirman que sus compañías tienen herramientas de medición para indicadores de sostenibilidad y un 17% las ocupa para mejorar sus resultados. Esta situación podría entorpecer los avances en materia, además de dar pie a acciones de greenwashing, práctica que falsea, exagera o distorsiona la aportación sustentable de una compañía.
Entendiendo que muchas empresas aún no cuentan con parámetros sólidos, GRI se ha esforzado por hacer que la sostenibilidad sea sencilla, resiliente y adaptable, pero sobre todo transparente, puesto que esto es primordial para extender el mensaje correcto. Es así que promueve un marco flexible que ayuda a crear informes de sostenibilidad no financieros o de ESG integrados.
En este sentido, Estefanía Rubio, Líder de Mercado de Capitales y Asuntos Públicos Latam en GRI, indica que la organización nace como una necesidad para desarrollar estándares que midan y reporten la sostenibilidad, dando una repuesta a los impactos corporativos.
«En 1989 ocurre uno de los mayores desastres ecológicos y ambientales de la historia, el derrame de Exxon Valdez, ahí nace la necesidad de que las empresas sean transparentes, puedan medir y puedan rendir cuentas sobre cómo están gestionando los temas de sostenibilidad, aquí surge GRI como pionero de estos temas».
Estefanía Rubio, Líder de Mercado de Capitales y Asuntos Públicos Latam en GRI.
La doble materialidad, una forma de dar certeza
Estefanía Rubio explica que GRI ha evolucionado junto a las exigencias tanto financieras como de responsabilidad, ya que asegura antes la sostenibilidad era vista como algo muy de nicho, pero ahora el inversionista tradicional «está incluyéndola dentro de sus criterios porque lo ve como un riesgo o una oportunidad de un mejor negocio». Por lo que quitarle el carácter excluyente a la información de sostenibilidad es una exigencia, que GRI ha sabido llevar a buen término por medio de la promoción de la doble materialidad.
Tras convertirse en un estándar, GRI notó la complejidad que implica la sostenibilidad pues, como lo explica Rubio, hay múltiples temas que si bien tienen en esencia las categorías económicas, sociales y ambientales, se entrelazan de diversas formas en una organización, por ello, la instancia busca la manera en que las empresas puedan identificar qué de todo ese ecosistema es valioso y prioritario en su caso.
La atención del sector financiero hacia el impacto condujo a que se buscará una manera de comprobar cómo afectaba en cuanto a costos y no solo a nivel de entorno o reputación, frente a esto nace la materialidad financiera que en palabras de Estefanía Rubio, «son todos los temas de sostenibilidad que influyen significativamente en la capacidad de una empresa para generar valor, ya sea porque generan un costo muy alto en materia legal, operativa o financiera; o porque producen una oportunidad de negocio importante».
Así a la materialidad del impacto, es decir, aquella información prioritaria que necesitan una corporación y sus grupos de interés para tomar decisiones, se le sumó la financiera creando una sinergía que permite vislumbrar un panorama más integral de la sostenibilidad.
«La doble materialidad es este círculo o esta visión integral; donde la materialidad de impacto te permite ver cuáles son los impactos principales que generas en el entorno, pero la financiera te permite ver cuáles de esos impactos se te devuelven a ti como empresa».
Estefanía Rubio, Líder de Mercado de Capitales y Asuntos Públicos Latam en GRI.
Hace mejores empresas, más allá de lo ESG: Estefanía Rubio
En los últimos años, los indicadores Ambientales, Sociales y de Gobernanza —conocidos como ESG, por sus siglas en inglés— han cobrado gran relevancia entre las industrias, dado que los inversores están más interesados en las empresas que implemente y reporten sobre estos parámetros. Tan solo en 2020, según el informe US Sustainable and Impact Investing Trends 2020, las inversiones ESG crecieron un 42% en EE.UU.
Asimismo, tanto en aquel país como en Europa se está evaluando la posibilidad de que la información ESG o de sostenibilidad sea obligatoria, ante esto, Estefanía Rubio comenta que de ser así, quizá se perdería mucho de la voluntariedad, pues las compañías se dedicarían a dar lo mínimo, en vez de innovar y superarse. Aunado a ello, la demanda por datos ESG está nublando el propósito de la sostenibilidad, por lo que GRI con su propuesta de doble materialidad, pretende generar un guía que mantenga firme y congruente las dos caras de la moneda.
«Cuando empezó el boom ESG, hace un par de años, ya nadie quería hablar de sostenibilidad y empezamos a ver cómo el sector financiero entendió que esto afecta la capacidad de una empresa de generar valor. Y en GRI notamos un riesgo altísimo, de que se olvidara que lo importante es el impacto, que la discusión de sostenibilidad no es sobre cómo volver a las empresas más ricas, ni cómo generamos más retorno al inversionista, sino cómo generamos mejores empresas».
Estefanía Rubio, Líder de Mercado de Capitales y Asuntos Públicos Latam en GRI.
Con esta visión, GRI pretende mejorar su presencia en nuestro país ya que, como lo comenta Estefanía Rubio, sabe que México es uno de los mercados más grandes de la región, además de ser el nido de muchos emprendimientos y la puerta para varios emprendedores, por lo que afianzar su injerencia aquí contribuirá a seguir difundiendo el propósito de un futuro sostenible.