Responsabilidad Social en las empresas de armas
Por Cory Acosta
Se estima que cada día 13 niños mueren en EE.UU. a causa de accidentes que involucran armas de fuego; de acuerdo con estadísticas del Foro de Seguridad y del Centro para la Prevención de Violencia con Armas de Fuego, 50% de ellos mueren en su propia casa, y en el 47% de los casos las victimas recibieron el disparo de un miembro de su familia.
Luego de estas cifras, la reciente tragedia de un niño de sólo 5 años en la ciudad de Cumberland, Kentucky, que mató a su hermana de sólo dos años con un rifle calibre 22, probablemente no habría recibido mucha más atención por parte de la prensa o de las redes sociales de la que reciben otros miles de accidentes domésticos. Lo que sí puso este caso en los reflectores del mundo fue que un año previo al accidente, el niño recibiera el arma como regalo de sus padres.
Con sólo 80 cm de largo y 1.1 kg de peso, el “juguete” de la marca Crickett, está especialmente diseñado para niños y puede encontrarse incluso en colores llamativos.
La página en internet de la marca, donde de forma irresponsable se mostraban imágenes de niños y hasta bebés portando armas, en una sección especial titulada “Mi primer rifle”, fue eliminada de la red después del trágico acontecimiento.
Al mismo tiempo, el Instituto de Tecnología de Nueva Jersey ha desarrollado una nueva tecnología para crear armas inteligentes que funcionan a base de sensores, capaces de reconocer a quien la sostiene, con el fin de bloquear el disparo si el arma se encuentra en manos equivocadas, por ejemplo las de un niño.
Los investigadores del instituto, que aún realizan pruebas en torno a esta tecnología, aseguran que puede salvar muchas vidas en el futuro; pero ¿Llegará a ser suficientemente precisa, para confiarle una vida? ¿Será posible que las armas puedan programarse para ser más responsables que el ser humano?
Esta última duda no se disipa con el mensaje que la organización Moms Demand Action, hace llegar al mundo con ayuda de las redes sociales, a través de su campaña “Elija uno”, que mediante de una serie de anuncios publicitarios compara las armas con otros objetos que han sido prohibidos en Estados Unidos en favor del bienestar infantil, y que irónicamente corresponden a cosas tan inocentes como los chocolates Kinder y el cuento de Caperucita roja, por citar un ejemplo.
Con esta campaña, la organización invita a la sociedad en general a reflexionar sobre el enorme compromiso que existe para con las nuevas generaciones, de ofrecerles un entorno en el que puedan desarrollarse de manera sana, fomentando valores y alejándolos de la violencia, a fin de crear una sociedad más íntegra y responsable.
Tal vez un día podamos proteger la inocencia de los niños que se desarrollan cerca de nosotros asumiendo la responsabilidad que nos compete a todos, hasta entonces, probablemente necesitamos armas inteligentes que eviten por si solas lo que muchos de nosotros aún no podemos evitar.
Cory Acosta
Asistente Editorial en Expok. Comunicóloga en construcción, por la Universidad del Valle de México. Inquieta por convicción, disfruta del cine y el teatro, pero también de cursos y congresos de música, danza, diseño, mercadotecnia, video, idiomas y lo que se le ocurra.
A veces silente, pero divertida. Amante de la radio, ha participado como locutora y productora en diversos proyectos. Fue coordinadora de contenido en la estación universitaria.
Reciente aliada de la sustentabilidad, lectora profesional y aficionada escritora, se incorporó a este espacio en 2012.
