Seguramente usted conoce el Convento de Santo Domingo Guzmán, en Oaxaca, la construcción virreinal en pie más grande e importante de México, que requirió cuatro años para su restauración y que hoy resguarda las más sobresalientes piezas arqueológicas procedentes de Mitla y Monte Albán, como las joyas de la Tumba 7.
Es una belleza, igual que el Convento de Maní, a 100 kilómetros al sur de Mérida, que, según los historiadores, se construyó con el trabajo de seis mil descendientes de la dinastía maya de los Xiues hacia 1549. Allí están valiosas joyas de arte sacro colonial de estilo salomónico.
En ambas restauraciones tuvo que ver Roberto Hernández, presidente del Consejo de Administración de Banamex. Su actividad filantrópica también impulsó la construcción de la sala de la orquesta sinfónica de Jalapa, considerada como una de las de mejor acústica del mundo y la restauración de las ruinas arqueológicas de Tamtoc en San Luis Potosí.
La lista de apoyos otorgados por Roberto es enorme, y por esa razón el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia y el Instituto Nacional de Bellas Artes, le hicieron un merecido reconocimiento.
En esta faceta de su vida, Hernández Ramírez, comentó que son muchos los mexicanos que hacen lo que está al alcance de sus manos para “defender lo que es nuestro, de todos los mexicanos. Nuestro pasado, nuestro legado, nuestra cultura… Al promover el desarrollo social de las comunidades, le estamos dando un ‘futuro a nuestro presente’”, dijo, al jugar con el exitoso lema del año europeo del patrimonio arquitectónico de 1975.
Su exhorto fue claro: poner manos a la obra y “convertirnos, literalmente, en agentes del cambio cultural”.
Fuente: Milenio.com
Por: J. Jesús Rangel M.
Publicada: 22 de febrero de 2012.
Es un gusto poder leer esta noticia publicadas en Milenio y republicada por Expok sobre la labor social de Don Roberto Hernández Ramírez, pues a finales del año pasado tuve el gusto de entrevistarlo para darle portada en la Revista Ganar-Ganar y fue una gran experiencia compartir en el ejemplar de noviembre toda su labor filantrópica, de responsabilidad social y de apoyo al medio ambiente.
Muchas felicidades a Don Roberto por tan merecido reconocimiento!!, saludos, Klaus.