Las ONG tampoco se libran del azote económico. Aunque la población española está más sensibilizada con el Tercer Sector, con un mayor apoyo no monetario, estas organizaciones se han visto obligadas a abrir nuevas líneas de financiación. Ésta se espera que caiga hasta un 33% en los próximos años, según un estudio que analiza el presente y futuro del sector en España.
El informe, elaborado por el Instituto de Innovación Social de ESADE, la Obra Social la Caixa y la Fundación PwC, explica que entre el 2008 y el 2011 se mantuvo el status quo económico de las ONG. Es decir, la financiación pública compensó la caída en financiación privada.
Sólo en el 2011 se recibieron más de 8.000 millones de euros, con una alta dependencia de las Administraciones Públicas (70% del total). Más del 20% de la financiación privada vino de la Obra Social de las cajas de ahorro.
El ‘tsunami económico’ de 2012
Sin embargo, 2012 supuso un ««tsunami económico» para el sector de Acción Social. Caídas en las altas de nuevos socios, dificultades de cobro cada vez más acuciantes, cancelaciones o falta de ejecución de subvenciones fueron algunas de sus causas.
La complicada situación económica también se percibe en cuanto a la participación de la sociedad española. De un 14% de los que donaron dinero en 2006 se pasó a un 9% en 2010. Este es la mitad del que existe en Europa.
Por otro lado, entre 2008 y 2011 se incrementó el tiempo de voluntariado y el de ayuda a necesitados. Para la mitad de los encuestados, este aumento se debe principalmente a la imposibilidad de realizar aportaciones monetarias.
De hecho, según la Fundación Adecco, un 17,2% de los españoles ha finalizado, reducido o sustituido su colaboración económica con las ONG durante 2011. El 95,7% se lo achaca a la crisis y al descenso de sus recursos económicos.
El informe también determina varias líneas de acción que empiezan ya a desarrollar las entidades del Tercer Sector para poder sobrevivir.
Entre las más recurridas, destaca la financiación privada, con unos donantes que buscan un modelo más enfocado a los resultados y con un perfil más profesionalizado.
A pesar de estas estrategias de supervivencia, las ONG no se ha librado de las reducciones de plantilla, con despidos o no renovación de contratos. Y algunas entidades han desaparecido.
Fuente: El Mundo
