A mediados de marzo se publicó el estudio de la Función de Responsabilidad Social de la Empresa Española, elaborado bajo la iniciativa de la Asociación DIRSE de España (Directores de RSE) por g-advisory Grupo GARRIGUES y la Universidad Pontificia Comillas y patrocinado por diez empresas, nueve de las cuales son multinacionales.
En este artículo analizaremos el estudio en tres aspectos: qué dicen los resultados sobre el estado de la RSE en España; la justificación de las conclusiones del estudio y, sus omisiones. El análisis que sigue no pretende emitir juicios sobre la Asociación DIRSE ni sobre el profesional dirse (minúsculas para la función, mayúsculas para la Asociación, ya que ello lo hace el estudio. Este análisis se refiere al estudio mismo.
El objetivo de este artículo es, en parte, contribuir a la mejora de este tipo de estudios, en particular de los que se hagan sobre la función del dirse, como ya lo hicimos en varias ocasiones para estudios que se basan en encuestas para determinar la situación actual (ver por ejemplo Inversión de impacto: ¿Dónde estamos?, Informe 2011 sobre el estado de la RSE en América Latina: Úsese con mucha cautela).
Y todas estas sugerencias de mejora son desinteresadas. Son mi contribución a mi querida DIRSE.
El estudio de DIRSE es el primer intento por recabar información sistemática sobre la función del dirse y representa un buen comienzo, que esperamos se mejore en sus próximas ediciones. Ha sido elaborado por un grupo de profesionales con extensa experiencia en el tema. Es muy laudable la iniciativa de DIRSE de hacer un diagnóstico inicial de la situación del dirse para guiar sus esfuerzos de apoyo como Asociación.
El anexo presenta los comentarios de los responsables del estudio al análisis que sigue, lo que lo enriquece. Se recomienda al lector leer el estudio presentado y hacer su propio análisis.
Metodología del estudio
El estudio se basa en respuestas a una encuesta enviada a 586 profesionales con interés en la RSE, suplementada con entrevistas grupales con 10 personas. Si bien el número de respuestas (123) parece significativo para la representatividad de las estadísticas, la encuesta adolece de sesgos. En especial, la selección de estas 10 personas, consideradas expertas en RSE, condiciona severamente en análisis cualitativo que hacen los autores. Estas diez personas no parecen ser representativas ni de los dirses y menos del profesional de la RSE en España.
El estudio es muy parco en el análisis de los resultados. Enfatiza la presentación de números, sin analizar las implicaciones que ello pueda tener. Solo en las conclusiones hay algunos análisis, pero como comentamos más adelante, no surgen de los resultados presentados.
Estado de la RSE en España
El propósito de esta parte del análisis no es el de pasar revista a las respuestas ni analizar la función del dirse. Es el de hacer algunas inferencias sobre el estado de la RSE en España. Los resultados del estudio permiten hacer algunas observaciones y hacer algunas preguntas.
· Parece que la RSE en España estuviera muy desarrollada. El estudio envió la encuesta a 586 personas. Por el objeto de la encuesta y el tema del estudio es de suponer que todos eran dirses, o sea EL DIRECTOR de RSE en la empresa y no solamente personas interesadas en RSE. Es sorprendente constatar que hay ese gran número de dirses para sacar una esta muestra (el universo debe ser aún más grande). Parece más razonable suponer que no todos son EL PRINCIPAL RESPONSABLE. Tampoco se puede asegurar que no respondieron a la encuesta personas no originalmente en la lista. La metodología no controlaba quien enviaba respuestas. Si es estudio es sobre el dirse, solo debieron aceptarse respuestas de dirses, o bien comenzar con la pregunta sobre si es o no el principal responsable y analizar las respuestas para ambos grupos.
· Pero a lo mejor no estamos tan avanzados. Solo el 33% tiene la función “en exclusiva”, el resto la comparte con otras funciones en la empresa. Parece ser que en muchas empresas la función todavía no se considera suficientemente clave., o no son dirses.
· Según el estudio, 43 de las empresas cotizan en bolsa y de ellas 29 están en los índices Dow Jones Sustainability Index y/o FTSE4Good. En el Dow Jones hay 17 empresas españolas. No se puede conocer cuántas hay en el FTSE4Good, pero según las respuestas debería haber no menos de otras 12 diferentes, que parece mucho. ¿Se puede suponer que han respondido al cuestionario todas las empresas españolas que están en índices de sostenibilidad? Si así fuera daría un sesgo importante a empresas más avanzadas y sería poco representativo del colectivo empresarial.
· El 66% de los que respondieron son hombres, que si la muestra fuera representativa indicaría un importante sesgo de género en la dirección de la RSE, y si no todos son el principal responsable de la RSE, la participación de la mujer en la RSE es aún menor. Por las características de la mujer, más afines a la RSE que el hombre y la observación casual de la elevada presencia de mujeres en el tema (conferencias, cursos, etc.) parece ser que se confirma que pueden ser mayoría en los niveles inferiores pero que les es muy difícil acceder a cargos DIRECTIVOS (ver mi artículo, con Helena Ancos, ¿Es la RSE femenina?). Casa de herrero cuchillo de palo. Como muy bien dice la gurú en sostenibilidad Elaine Cohen “Por supuesto que las mujeres pueden ser excelentes Chief Sustainability Officer, CSO. Las destrezas para el liderazgo como el saber escuchar, preocupación por los demás, colaboración, inclusión, apreciación y una mente analítica y creativa siempre le darán una ventaja sobre los hombres. Lamentablemente esto no puede demostrarse porque, con contadas excepciones, todos los CSO son hombres.”
· Es sumamente llamativo el hecho de que responden que sólo le dedican el 7% del tiempo al “engagement interno” siendo esta la que debería ser una de las principales responsabilidades del dirse. Le dedican el 37% a actividades de reporte y de “engagement externo”, confirmando la creencia generalizada de que la RSE no forma parte integral de la estrategia de la empresa y que es en buena parte gestión de imagen. Esto es más notable cuando responden que los principales obstáculos que enfrentan se refieren a resistencias internas, pero no le dedican tiempo. ¡!Sorpesa!!
· Sólo dedican el 7% a la identificación de riesgos, lo que es también indicativo de la preocupación por la gestión del presente. Sorprendente cuando debería ser una de las áreas más críticas para la sostenibilidad de la empresa.
· El principal obstáculo que se menciona es la dificultad de demostrar la rentabilidad de las iniciativas. Aun cuando es posible que la respuesta esté determinada porque se pone como opción, es destacable que consideran que para “vender” programas de RSE hay que demostrar el argumento empresarial (business case). También es de destacar que se considera la RSE como “actividades”, “cosas que hay que HACER”. Lo que demuestra que el desarrollo de la RSE es “normal”, que no se ha llegado al nivel superior de SER responsable porque es lo que hay que hacer.
· Más de la mitad de las empresas que responden tienen una Fundación asociada a la función, lo que demuestra la tradición española de actuar a través de fundaciones, la filantropía y acción social y el sesgo que ello le puede dar en contra de la integración de la RSE como parte del negocio. También demuestra el sesgo de la encuesta a empresas más desarrolladas.
· El 0% (si, cero) dice que en el área de Producción “escuchan al DIRSE y tienen en cuenta su opinión”. Preocupante siendo el área que mayor impacto ambiental y social suele tener. Parece confirmar la falta de integración de la RSE en la acción de la empresa. Por lo menos en el área comercial parece que si “escuchan al DIRSE y tienen en cuenta su opinión (75%). ¿Será que ven a la RSE como instrumento de mercadeo? (es de destacar que las respuestas posibles ofrecidas piden una sola respuesta, pero su descripción no las hace mutuamente excluyentes, lo que hace muy difícil interpretar las respuestas, ver pg. 24 del estudio).
· La encuesta fue completada también por personal del sector público (20%), aunque muchas de las preguntas no tienen mucho sentido para ese sector. El agregar el sector público a una encuesta diseñada para el sector privado dificulta la evaluación de la función dirse y los resultados.
· cuáles son las deficiencias que los profesionales dicen tener para poder ejercer su función con la máxima efectividad posible (el “debería” de la discusión anterior),
· cómo pueden mejorar su influencia dentro de la empresa,
· cómo pueden integrar la responsabilidad en todos, o sea, como hacerse innecesarios (que debe ser objetivo final del dirse).
· qué encuentran que les falta o que deberían mejorar, cómo y dónde piensan que lo pueden adquirir, en función de los diferentes niveles de experiencia acumulada (el estudio no analiza cuál es el nivel de experiencia de los encuestados).
¿Están fundamentadas las conclusiones del estudio?
El análisis que se hace de los resultados cuantitativos de la encuesta es muy limitado. Solamente se incluye una narrativa en las diez conclusiones y estas parecen estar basadas en las entrevistas grupales, y lo que es más grave en un estudio de la situación de algo, incluye las opiniones personales de los autores del estudio. No son “concusiones” del estudio. No están justificadas por los resultados cuantitativos. No pueden considerarse representativas de la situación en España, solo de la opinión de un selecto grupo de expertos y como tal deberían interpretarse. Expresan lo que debería ser más que lo que en realidad es.
Analicemos algunas de las conclusiones del estudio.
· “Las funciones del dirse generan valor a la compañía más allá de la acción social y la gestión ambiental y de personas”. En ninguna parte de las encuesta se analiza o se determina el valor que crea el dirse. Es de suponer que lo hace, pero la concusión no está justificada. Parece ser una opinión.
· “El dirse se relaciona con los principales departamentos de la empresa” Tampoco sigue de las respuestas cuantitativas, donde se observa que en algunos casos el dirse no tiene influencia. Es una generalización. Quizás debería decir “para llevar a cabo sus actividades de forma efectiva, el dirse debería relacionarse con los principales departamentos de la empresa”. Pero también sería una opinión.
· “La actividad del dirse introduce innovación en la gestión del negocio”. Tampoco hay evidencia alguna de que las empresas con dirse son más innovadoras que las que no lo tienen, ni del grado de innovación que han introducido. El tema de “innovación” no está considerado en el estudio. Parece ser otra opinión no fundamentada en la evidencia. Quizás en este caso también se debería decir “debería introducir…….”.
· “La actividad del dirse genera un interesante y positivo networking”. Idem, el impacto del dirse sobre el networking no se ha analizado. Dice además que otra de las características observadas es el que dirse tiene “humildad a la hora de ejercer su trabajo”. El tema de la “humildad” de los dirse tampoco ha sido analizado en el estudio. No dudo que muchos lo sean, pero no se ha analizado. También aquí debería decir que la “debería tener” para ser efectivo.
· “El dirse tiene una visión integral y global de la empresa”. No encontramos evidencia alguna de ello en el estudio. Obviamente de la “debería” tener.
· “El dirse expresa una interesante y positiva relación entre la convicción personal sobre la necesidad de una ética y gobernanza adecuadas y el necesario pragmatismo del negocio.” Idem, como característica que debería tener. Pero no se ha analizado si las relaciones resultan positivas e interesantes (concepto este último relativo y subjetivo) ni si tienen el “necesario pragmatismo”. En este sentido sería interesante conocer la opinión del resto de la organización sobre el dirse. Quizás una prueba contraria a esta aseveración es la poca atención que algunas funciones le dan a la opinión de los dirse.
· “El dirse es el gestor de la nueva narrativa de la empresa, rompiendo zonas de confort de otras funciones.” ¿Lo es? ¿rompe zonas de confort? No surge de las respuestas de la encuesta, ni siquiera fue considerado. Una vez más debería expresar que la opinión de los entrevistados y/o d elos autores del estudio es de que “el dirse debería…..”
Según las conclusiones del estudio todo va bien. Mi opinión personal es de que esto es sumamente optimista y que lo deseable es analizar la cruda realidad para estimular a los dirse a profundizar en mejorar su efectividad, en base a la identificación de los brechas entre los deseos y la realidad y los obstáculos que enfrenta para realizar su trabajo.
Algunas omisiones
El estudio, además de analizar la realidad actual en la que se desenvuelven los dirse, parece tener el objetivo de promover la función del dirse, de la misma manera que los trabajamos en la RSE tratamos de mostrar lo mejor. Parece que en el proceso de prepararse el estudio se perdió objetividad necesaria para determinar la situación real y se cayó en la tentación de ensalzar la función.
Personalmente me hubiera gustado ver un análisis de:
Con análisis separado por dirses y el resto de personas que trabajan en RSE.
Esta información hubiera sido muy valiosa para el desarrollo de la función del dirse, para las actividades de la Asociación DIRSE, para el diseño de programas educativos, de formación profesional y de desarrollo de la carrera al interior de las empresas.
Lamentablemente el estudio se quedó en el presente, mezclando realidad con aspiración, y perdió una excelente oportunidad de tener impacto sobre el desarrollo de la función. Hubiera sido de gran utilidad para el mejoramiento profesional de los dirse y por ende de la RSE.
Esperemos que una próxima versión del estudio lo haga.
En resumen
Ofrece una descripción cuantitativa de la función del dirse, aunque carece de análisis de las implicaciones que ello tiene para la gestión de la RSE en la empresa.
Mezcla la situación actual con una visión ideal de lo que deberían ser los dirse, sin que esto último surja del análisis de esta situación. Las conclusiones del estudio no están justificadas por sus resultados. Se han mezclado resultados que pueden ser representativos de la situación de los dirse con opiniones de algunos que no son representativas.
Y la metodología utilizada incluye sesgos en las respuestas que dificultan su interpretación.
Y lamentablemente se ha perdido una buena oportunidad de sacar lecciones para mejorar la efectividad futura de la función.
Pero hace una importante contribución y es un buen comienzo para irlo mejorando en futuras ediciones. La iniciativa de DIRSE es muy laudable.
Antonio Vives
Con un Ph.D. en Mercados Financieros de Carnegie Mellon University y con una trayectoria como profesor en 4 escuelas de negocios, Antonio Vives es actualmente catedrático y consultor en la Stanford University. Socio Principal de Cumpetere. Ex-Gerente de Desarrollo Sostenible del Banco Interamericano de Desarrollo. Creador de las Conferencias Interamericanas sobre RSE. Autor de numerosos articulos y libros sobre RSE y del blog Cumpetere en español.