La Asociación Nacional de Industrias del Plástico (Anipac) califica como «desastrosas» las consecuencias de eliminar el uso de materiales no biodegradables en la elaboración de bolsas, envases, embalajes o empaques de plástico. Pero más allá del interés ecológico, el gremio nacional del plástico está preocupado por saber quién financiará el costo de las bolsas, porque los negocios simplemente no «pueden otorgarlos a título gratuito».
Además la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicios y Departamentales (ANTAD) también externa su desacuerdo con la medida, pese a que los establecimientos son los principales distribuidores de los 20 millones de bolsas de plástico que se utilizan cada año en el país. Para muchos especialistas, las nuevas medidas ecológicas podrían impulsar el uso de tecnologías menos contaminantes y ampliarse a otros segmentos como utensilios o vasos de plástico.
En México, la oferta de productos biodegradables es limitada, pero esta coyuntura podría ser decisiva en su crecimiento. Actualmente se ofrecen bolsas de fécula de maíz y papa, además de derivados de bambú, porque tampoco se ha garantizado totalmente la inocuidad del polipropileno.