Por: Lic. Fabián Muro
Como parte de la campaña nacional #YoDonoPorqueMx Toty Avila Laudegob, comparte su experiencia como consejera, voluntaria y promotora de diversas causas sociales. Gracias Toty por compartir tu experiencia como procuradora, donante y voluntaria.
Cuéntanos de ti y cómo comenzó tu experiencia como voluntaria.
Si me pongo a reflexionar, creo que todo comenzó con el ejemplo de mujeres extraordinarias en mi vida, comenzando por mi madre quien desde niña me llevaba al Hospital Civil de Guadalajara a regalar juguetes a los niños internados y mi hermana Martha, dama honoraria de la Cruz Roja desde hace más de 40 años. Ellas me enseñaron la enorme alegría de dar sin esperar nada a cambio.
¿Cuáles son los proyectos de Servicio Social que más han marcado tu vida?
A lo largo de mi vida he tenido la fortuna de participar en proyectos hermosos como El Comedor Infantil «Los Doce Apóstoles» en el Cerro el 4, al que le dan vida Pilar y Magda, dos misioneras de la Orden del Verbum Dei, donde desde hace 27 años con la ayuda de familiares y amigos organizamos una posada para 300 niños. El primero de esos años, las madres me regalaron un yute que decía: «Que tus pasos dejen huellas de esperanza«. Es frase me marcó y ha sido un impulso durante toda mi vida.
Después conocí a la escuela para niños invidentes Helen Keller, en donde hace 24 años me invitaron a participar como miembro del patronato. Este proyecto ha llenado de aventuras, retos y satisfacciones mi caminar, además de poner en mi vida a personas valiosísimas. Con la ayuda de diversos benefactores, que han apoyado con recursos, tiempo, conocimiento y esfuerzo, se ha hecho realidad el sueño de convertir Helen Keller en la institución para personas con discapacidad visual más grande de Latinoamérica. Como bien dijo Helen Keller: «Las cosas mejores y más bellas del mundo no se pueden ver ni tocar. Deben sentirse con el corazón»
Hace poco menos de 5 años, una paciente y amiga mía, Kikis Gortazar, me invitó a conocer el proyecto del Albergue Cruz Rosa, una casa donde se respira la hermandad de las voluntarias que brindan techo, alimento y sobre todo, amor a mujeres de escasos recursos que están pasando por un proceso de cáncer. Inmediatamente me enamoré del proyecto y me decidí a ser parte de él. Me hacen el honor de recibirme los miércoles para dar terapia de grupo.
Adicionalmente, soy consejera del Instituto Down de Occidente.
¿Qué experiencias en tu trayectoria como voluntaria recuerdas como las más retadoras?
Los primeros eventos que organizamos para recaudar fondos para Helen Keller definitivamente representaron un gran reto. Lograr llenar auditorios de 2,500 personas fue un GRAN logro.
Las conferencias y paneles a las que me han invitado como ponente también han sido una gran satisfacción. He tenido el gusto de presentarme en foros organizados por DIF Jalisco y el Centro San Camilo, entre otros.
Y además de toda esta labor de filantropía ¿quién es Toty?
Soy Terapeuta y Acupunturista. Trabajo con una técnica de meditación guiada que me ha permitido acompañar a muchos de mis pacientes en una sanación integral. Son muchas las satisfacciones que tengo todos los días en mi vida profesional, las cuales me sirven de motor para continuar estudiando y preparándome continuamente.
Soy madre de una hija maravillosa que ha sido una luz en todo mi camino. Me considero una persona inquieta y curiosa, procuro siempre estar aprendiendo algo nuevo y evolucionando. Me considero afortunada al decir que los 50’s marcaron el inicio de lo que para mí ha sido EL MEJOR MOMENTO DE MI VIDA. Estoy enamorada de un hombre maravilloso, tengo el cariño de mi familia y amigos, una vida profesional que me llena de satisfacción y la ilusión y energía para seguir aprendiendo y evolucionando mucho más.
Mi deseo es que mi granito de arena genere un cambio positivo en el mundo, por pequeño o grande que sea. Y que yo mueva, promueva e influya positivamente la vida de otras personas.
