Este 26 de marzo se llevará a cabo en todo el mundo la celebración de La Hora del Planeta, que en esta ocasión -la quinta desde que nació en Sidney Australia- pretende ir más allá de los sesenta minutos. Las acciones individuales de un grupo de pobladores de aquella isla continente han hecho que millones de seres humanos vean esta campaña como una gran acción colectiva frente a los efectos del cambio climático.
Recientemente, el cofundador y director ejecutivo de la Hora del Planeta, Andy Ridley, anunció en Singapur (uno de los países que ha dado ejemplo de cómo cuidar el ambiente y alcanzar desarrollo económico y social), una serie de acciones ambientalistas individuales que, a su vez, permitirán una nueva dinámica para que el cometido conlleve hechos trascendentes que puedan seguirse realizando por encima de la hora de apagar las luces y los aparatos electrodomésticos que requieren de la energía tradicional para funcionar.
En México, la institución que con gran ahínco promueve la campaña es la WWF. En reciente entrevista con Mira Bai Simón Muciño, oficial de comunicación de ese organismo, recordó que en 2010 participaron cientos de millones de personas alrededor del mundo. El objetivo principal, reiteró, consiste en apagar la luz de casas, edificios y oficinas durante 60 minutos, en un horario establecido mundialmente y que va de las 20:30 a las 21:30 hora local.
Éste es un mensaje simbólico para manifestar la preocupación de los participantes ante el cambio climático, la emisión de gases de efecto invernadero, la creciente pérdida de biodiversidad. Este año -explica Simón Muciño- La Hora del Planeta pide a las personas que se comprometan a realizar una acción, ya sea grande o pequeña, con la cual contribuyan al futuro de la naturaleza y la humanidad.
Definitivamente el reto es inmenso. En lo personal, estoy convencida de que acciones individuales pueden conformar grandes colectivos que permitan a nuestro planeta un respiro durante una hora de manera sucesiva hasta completar todo un día. Hoy, cuando un terremoto y maremoto han generado una catástrofe en Japón, país conocido como el del Sol Naciente, no debemos subestimar la posibilidad de cambio.
De ahí, la importancia de sumarnos a esta cruzada. Individuos, grupos de trabajadores, estudiantes, gobiernos y organizaciones de todo tipo compartimos la convicción de que juntos puede hacerse mucho más por el planeta, expone nuestra entrevistada.
Si cada uno de nosotros nos comprometemos a sembrar un árbol y cuidarlo; comenzar por ahorrar diez litros de agua al día y luego ir aumentado nuestra propia cuota; utilizar un vaso para la limpieza de dientes; separar los residuos (eso que llamamos basura podemos convertirlo en generador de riqueza e influir en el PIB de nuestras naciones); no arrojar colillas de cigarros y otros desperdicios al suelo, y pasar la voz para que las áreas de administración y mantenimiento de las empresas coloquen contenedores adecuados, serán sólo los primeros pasos para ir más allá de una hora. Pronto se nos convertirá en un hábito.
Con frecuencia, las acciones sencillas como las señaladas líneas arriba pasan, por obvias, inadvertidas ante el razonamiento lógico de los humanos. La WWF México ofrece una dirección electrónica para poder darse de alta en el registro de las acciones, y así poder inspirar a las personas a comprometerse a proteger el planeta: www.wwf.org.mx.
La WWF se define como una de las más grandes y respetadas organizaciones independientes de conservación a nivel global. Nació en 1961. El símbolo que la identifica es el panda. En México se estableció en 1968 cuando realizó un estudio de evaluación sobre el estado del oso gris en Chihuahua.
La red mundial actual incluye a más de cien países. Tiene como misión detener la degradación de los recursos naturales del planeta y construir un futuro en el cual los seres humanos convivamos en armonía con la naturaleza. De ahí la importancia de que todos contribuyamos a la conservación de la biodiversidad, el uso racional y sustentable de los recursos naturales; disminuir la contaminación y cambiar los actuales patrones de consumo tanto de bienes como de servicios.
La plataforma Ve Más Allá de la Hora se construyó este 2011 con marcado énfasis en las redes sociales. Los medios sociales desempeñarán un papel crucial ya que permitirán la conexión entre millones de personas comprometidas a tomar una acción permanente a favor del planeta e inspirar a los ciudadanos a tomar acciones reales y tangibles en la vida cotidiana.
Así, la iniciativa comenzada en 2007 propició ese año que dos millones de personas en una ciudad apagaron sus luces. En el año 2010, la campaña marcó un fenómeno histórico ya que participación 128 países y 4616 ciudades. Incluso muchos de los edificios y monumentos emblemáticos del mundo se mantuvieron sin luz durante una hora. Hoy el reto es mayor. La reflexión y la acción deben ser en favor del medio ambiente sano, equilibrado y en armonía.
Fuente: El Financiero, Sociedad, p. 30
Articulista: Patricia Guevara.
Publicada: 22 de marzo de 2011.