Según el Foro Económico Mundial, la crisis económica pone de relieve la necesidad de alcanzar la igualdad de géneros, esta es una de las conclusiones más contundentes obtenidas del Informe Global de Disparidad entre Géneros.
Revista Trabajadora .- Si hace unos días conocíamos los datos de la brecha salarial en nuestro país que según la Encuesta de Estructura Salarial de 2006 es de un 26,3% menos de salario lo que perciben las trabajadoras respecto de los trabajadores, a pesar de representar el mayor activo en formación en nuestro país; esta semana se ha hecho público el informe The Global Gender Gap Report 2008[1], según el cual, España que ocupaba el décimo puesto en 2007, ha cedido siete posiciones (17) en el ranking este año del total de 130 países, debido a un incremento en la brecha que separa los salarios entre hombres y mujeres en puestos de trabajo similares, así como en una disminución del número de mujeres en puestos de poder.
Sin embargo, este puesto general esconde resultados muy dispares en nuestro país en relación a cada una de las áreas que lo conforman (economía, educación, salud y política): mientras que en la participación política España ocupa el sexto puesto del ranking, los puestos en relación a la educación (58), a la salud (76) y a la participación económica (89), ponen de manifiesto la necesidad de replantearse las políticas de igualdad que se están llevando a cabo, dada la escasa eficiencia que estos datos evidencian. Este Índice de Disparidad entre Géneros nos muestra, no sólo los datos globales respecto a otros países; sino también la disparidad entre géneros en la distribución de los recursos, en las áreas analizadas y que en España, excepto en la participación política, son significativamente ineficaces, así en sanidad ocupamos el puesto 112; en educación infantil el 73 y en primaria el 77, en discriminación salarial por trabajos de igual valor el 124 y la participación por sexo en el empleo el 75.
El informe también pretende establecer la relación entre la disparidad entre géneros y la competitividad económica de los países. Según Laura Tyson, Profesora de Administración de Negocios de la Universidad de Harvard, Estados Unidos, y colaboradora del Informe, “los países que no capitalizan total y efectivamente una de las mitades de sus recursos humanos corren el riesgo de deteriorar su potencial competitivo, por lo que debe resaltarse el incentivo económico que se esconde al conceder poder a las mujeres, además de promocionar la igualdad como un derecho humano básico”.
De los 130 países analizados y sobre el 92% de la población mundial, Noruega, junto a otros tres países nórdicos (Finlandia, Suecia e Islandia), encabeza este ranking de reducción de las disparidades de géneros entre varones y mujeres en 2008, constituyendo un ejemplo a seguir por sus destacables progresos en materia de educación y participación económica y política de las mujeres. La cola es ocupada por los países musulmanes, en concreto, Yemen ocupa el puesto 130; Arabia Saudí, el 128; Pakistán, el 127; Marruecos, el 125; Egipto, el 124, y Turquía, el 123.
Conclusión que refuerza lo que CC.OO. defiende: que la igualdad de género no está reñida con la competitividad, sino todo o contrario.
Fuente: Diario Responsable España