Empleados de Intel recientemente crearon un proceso que reduce el desperdicio de químicos en 900 mil galones, ahorrando así 45 millones de dólares anualmente a la compañía. Otro equipo de la misma empresa desarrolló un plan que reusa y optimiza los sistemas de redes en las oficinas, reduciendo en 22 millones de dólares los costos de energía.
Estos proyectos produjeron beneficios financieros y energéticos, por supuesto. Pero la habilidad de empoderar a empleados es igual de valiosa, ya que nuevos datos demuestran que la sustentabilidad es un factor cada vez más importante para atraer y administrar talento.
Bain & Company recientemente encuestó a 750 empleados en industrias de Brasil, China, India, Alemania, Reino Unido y Estados Unidos. Casi dos tercios de los encuestados respondió que les importa más la sustentabilidad que hace tres años, con casi la misma cantidad diciendo que los negocios sustentables son extremadamente importantes para ellos. El interés crece en trabajadores de entre 36 y 40 años: un grupo joven pero no el más joven.
Los empleados esperan que sus empleadores nutran este interés. Cuando se les preguntó qué grupo debería tomar el liderazgo en sustentabilidad, más personas respondieron que los empleadores son responsables, por encima de consumidores, empleados, gobierno o todos los anteriores por igual. En los países en desarrollo hay un grupo pequeño (pero en constante crecimiento) al que llamamos «entusiastas de la sustentabilidad» y que ve a esta área como un factor importante en su decisión de empleo, aceptando menos salario para trabajar con alguien con valores compatibles.
También quieren ser involucrados en el desarrollo de la estrategia sustentable. La mitad de los empleados más jóvenes, un quinto de los mayores y tres cuartos de los «entusiastas» esperan tener un papel en la forma en la que las empresas se acercan a este tema. En un cambio respecto a las actitudes de hace 5 o 10 años, la mayoría de los empleados está más interesado en la sustentabilidad de las operaciones de negocio que en actividades filantrópicas.
Aún así, muchas empresas están dejando ir la oportunidad de involucrar a sus empleados con este tema. Sólo un tercio de los encuestados opina que su empresa es un líder claro y un quinto dice que su empleador realiza muy poco o ningún esfuerzo. Aquí tres cosas que las empresas líderes sí hacen:
1. Fomentan que los empleados pongan a la sustentabilidad en el corazón del negocio: en lugar de pedirle a la gente que haga su trabajo de una forma tradicional, con actividades voluntarias y filantrópicas independientes, las empresas líderes hacen de la sustentabilidad una parte clave. Por ejemplo, el Plan A de Marks and Spencer tiene muchas ideas que vinieron de diferentes partes de la organización: en 2008, su gerente de tecnología de la ropa se preocupó por la cantidad de prendas que acababan en vertederos y sugirió una alianza con Oxfam para que las tiendas vendieran ropa usada. Ahora se reciclan más de 4 millones de prendas al año y se han recaudado dos millones de libras para Oxfam.
2. Responsabilizan a sus empleados: algunas empresas ya relacionan selectivamente la compensación con métricas sustentables. Intel relaciona una porción de la compensación variable de cada empleado a lograr métricas de sustentabilidad ambiental. Los empleados de mayor nivel, que tienen un trabajo más amplio y una mayor habilidad para afectar el desempeño general de Intel, tienen en riesgo un mayor porcentaje de su compensación.
3. Ofrecen equipo y entrenamiento: Statoil, una empresa escandinava de energía, lanzó en 2011 un programa que nomina a 10 altos ejecutivos para formar parte de un plan de un año. Dentro de una competencia, estos participantes deben identificar y resolver problemas de sustentabilidad dentro de sus áreas.
En muchas industrias, hay poca oferta de grandes talentos, por lo que la actitud de los empleados respecto a prácticas de negocio sustentables está llevando a que muchas empresas se tomen en serio este tema, y las que están tomando acciones han tenido buenos resultados. Articular una «misión noble» para una compañía es un gran motivador para empleados y un arma poderosa en la guerra por el talento.
Fuente:
Harvard Business Review Blog
Traducción y adaptación:
María José Evia Herrero