Vivir con discapacidad es un reto que a menudo tiene mucho más que ver con la ausencia de oportunidades, políticas públicas y espacios adecuados, que con la condición en sí misma.
Una de cada cinco personas en el mundo vive con una discapacidad, ya sea que naciera con ella o la adquiriera como consecuencia de un accidente en algún momento de su vida. Muchas de esas personas no tienen acceso a una educación adecuada o un empleo digno. Todo ello debido a la ausencia de políticas de inclusión y la cultura de discriminación al interior de las empresas.
Para muchas compañías, el tener a una persona con discapacidad dentro de la plantilla puede representar costos innecesarios o falta de habilidades; sin embargo las personas con discapacidad tienen la facultad de realizar toda clase de tareas y aportan a las empresas gran valor.
Además, al involucrar a alguien con discapacidad en la nómina y en los centros de trabajo ayudará a que una empresa tenga una mayor reputación y por lo tanto un mejor posicionamiento económico.
Recientemente se realizó un panel llamado, “Inclusión radical, resiliencia social y ciudades inteligentes globales”, el cual se llevó a cabo en el marco de las actividades del festival South by Southwest (SXSW) 2019.
En el panel se lanzaron varios datos, entre ellos es que las personas que tienen alguna discapacidad física o mental ocasiona que no sean contratadas por las empresas por la creencia que tienen de que no son lo suficientemente productivos o no pueden desempeñarse de manera óptima.
Al excluirlos, también se están perdiendo del 15% de las opciones de talento en el universo laboral.
Tener una discapacidad no tiene porqué ser un obstáculo para el crecimiento de la economía global ni un impedimento para el desarrollo.
Al contrario, como dice el exsecretario de turismo de México, Enrique de la Madrid; el vicepresidente global de estrategia y desarrollo para G3ict, James Thurston; y la evangelista técnica de accesibilidad de Microsoft, Megan Lawrence, más que un reto, es una obligación para las empresas, emprendedores y gobiernos incluir a este segmento de la población en el diseño de estrategias, ciudades inteligentes, políticas públicas y plantillas laborales.
La inclusión aumenta ingresos a empresas, según Microsoft
Datos de varios especialistas dicen que una persona con discapacidad tiene el doble de posibilidades de caer en condiciones de pobreza y a su vez.
Por su parte, para De la Madrid, actual líder de la iniciativa Ciudades Inteligentes del Tecnológico de Monterrey, aseguró también que problemas como la movilidad, la educación, la seguridad son problemas que afectan a toda la población y que no pueden dejarse en su totalidad en manos del gobierno.
“Todos tenemos que asumir responsabilidad en involucrarnos en la solución de problemas”, dijo.
Por otro lado, la representante de Microsoft dijo que a partir de un análisis de datos que hizo el gigante de la tecnología, se determinó que contratar a personas con discapacidad puede incrementar los ingresos de una compañía hasta 28%.
Asimismo comentó que existe la posibilidad de identificar oportunidades de negocio a partir de las necesidades de los colaboradores, por ello, urbanistas y encargados del diseño de grandes proyectos de infraestructura en las grandes urbes deben poner especial atención en que el objetivo prioritario en las propuestas de smartcities sea la accesibilidad, tomando en cuenta que para 2050 el 75% de la población total vivirá en las ciudades.
Y es que según De la Madrid, la falta de accesibilidad es justo el factor que ocasiona movimientos y protestas de antimodernización, pues sólo una parte de la población se ve beneficiada.