En el marco del Día de la Tierra que se celebra el 22 de abril, Patrick Sonnleitner, experto en sostenibilidad de RINGANA, hace una reflexión sobre los avances que ha tenido esta industria y la parte que le toca implementar a las empresas para tener un impacto positivo.
De acuerdo con datos de Greenpeace, la industria de la cosmética mueve al año a nivel global 400 mil millones de dólares y sigue en crecimiento, generando a su paso un importante impacto en el ambiente.
El mayor reto de este siglo es adaptar nuestro estilo de vida de modo que respetemos los límites de nuestro medio ambiente. No mañana: sino desde ayer. La buena noticia es que está en nuestras manos y nunca es demasiado tarde.
A menudo oímos llamados a abandonar las iniciativas para salvar la Tierra, pero este enfoque oculta el mensaje real: la acción sostenible no es renunciar, sino un beneficio para todos nosotros. No se trata de dejar las comodidades, sino de reconocer el valor añadido que la acción sostenible aporta a nuestro mundo y a nosotros mismos. Aire limpio, agua fresca, tierra fértil y convivencia en respeto.
Una reciente mirada al pasado muestra que estamos empezando a ir por el buen camino. La salida de la era del petróleo está decidida, y se ha prohibido la venta de microplásticos, que son unos de los principales contaminantes para todos los ecosistemas, ya que estos no solo se producen por los envases, sino que se encuentran en productos que utilizamos para la higiene personal y llegan diariamente a los ríos, mares y lagos.
Trabajar en fórmulas que no tengan compuestos dañinos para la naturaleza es un reto que como industria tenemos que afrontar y enfocarnos en crear productos que den los mejores resultados tanto para las personas como para el ambiente.
El tema de envases, es también muy importante, ya que ha entrado en vigor un nuevo reglamento, basado en puntos básicos para reducir, reutilizar y reciclar. Al mismo tiempo, la capacidad mundial de energía fotovoltaica se ha duplicado en 18 meses. Por otro lado, se ha aprobado el mayor acuerdo de protección marina de la historia y se ha llegado a un acuerdo mundial para proteger la biodiversidad.
En RINGANA no esperamos a que nos lleguen las soluciones, las hacemos y actualmente contamos con:
- Un enfoque de productos frescos, libres de derivados del petróleo y microplásticos.
- Apostamos por envases de economía circular y utilizamos exclusivamente energías renovables.
- Nuestra flota de vehículos es 100% eléctrica y aprovechamos un campo geotérmico propio.
- Nuestros productos solares protegen los arrecifes de coral, al tiempo que apostamos por materias primas ecológicas y luchamos por mantener la biodiversidad.
- Promovemos la siguiente generación a través de programas de becarios y aprendices, así como trabajos finales integrativos.
En nuestros esfuerzos no vemos una carga, sino una oportunidad. Porque la acción sostenible significa para RINGANA aire limpio, agua fresca, tierra fértil y convivencia en respeto.
Invitamos a todo el mundo a seguir este camino juntos, contribuyendo activamente a un mundo más sostenible.