El ejemplo más cercano, sobre la inmigración, que tenemos en México es la que existe en Estados Unidos ya que en este país la inmigración ha sido parte fundamental para su desarrollo económico.
En las décadas recientes, México ha sido el país con la mayor inmigración en Estados Unidos. Al contar ordinariamente con escasa educación, los mexicanos se han concentrado en ocupaciones basadas en capacidades físicas. Por su elevado número, nuestros connacionales generan una gran actividad económica no sólo por su trabajo sino sus compras de bienes y servicios.
Sin embargo, no es hasta hace poco que se publicó un estudio que habla acerca de la inmigración y sus beneficios. En el estudio se habla del país donde es más complicado acceder como inmigrante: Dinamarca.
El estudio elaborado por el gobierno danés, demuestra que las políticas destinadas a los refugiados y demandantes de asilo se han endurecido, así como la reducción de las prestaciones a los nuevos inmigrantes, y el otorgamiento de permisos de residencia permanente sólo a solicitantes que ya tengan un trabajo y que hablen danés.
El estudio elaborado por el gobierno danés, demuestra que las políticas destinadas a los refugiados y demandantes de asilo se han endurecido
Es por ello que la llegada de inmigrantes al país ha sufrido una contundente caída, lo que ha llevado al mercado laboral danés a acabar sufriendo tensiones crecientes.
Actualmente el gobierno danés considera que esta situación es un problema para la economía, por lo que encargó la elaboración de un estudio riguroso sobre los perjuicios o beneficios de la inmigración para las arcas fiscales del país.
¿La inmigración beneficia económicamente? El gobierno hace un estudio
De acuerdo con El Financiero, la conclusión que arroja el estudio es que los trabajos a tiempo completo, incluso los pertenecientes a las bandas salariales más bajas, son suficientes para convertir a un refugiado no cualificado en un contribuyente neto a las arcas de Hacienda.
Como indica el artículo de Bloomberg, las autoridades de las finanzas del país nórdico han cifrado el punto de inflexión entre el coste económico y el contribuyente neto en un salario anual de 200 mil coronas danesas (algo menos de 30.000€).
Otra conclusión es que los inmigrantes procedentes de países occidentales (europeos, estadounidenses o australianos) tienden a ser contribuyentes netos desde el principio, puesto que establecen su residencia en el país una vez que ya disponen de un puesto de trabajo.
De acuerdo con el ministro de finanzas danés, «la inmigración de países occidentales contribuye a mejorar las finanzas públicas, mientras que la inmigración de otros países supone costes para el sistema. Pero no se trata de una cuestión de preferir un grupo u otro, sino de que hay que tratar de que todos los inmigrantes tengan trabajo».
Según el ministro, si se equiparase la participación en el mercado laboral y en el nivel de cualificación de los inmigrantes con la de los daneses, las arcas públicas verían incrementos de ingresos del orden del montante anual de deuda soberana emitida por Dinamarca.
Los refugiados requieren alojamiento, formación laboral, y clases de danés, lo cual supone costos extras.
Dinamarca ha pasado a plantearse favorecer la inmigración
Por su parte, el gobierno chino está centrándose en atraer inmigrantes especializados, con alto poder adquisitivo, en detrimento de los trabajadores menos cualificados, principalmente de países africanos.
Se desconoce que el gobierno chino posea algún informe interno que haya llegado a las mismas conclusiones que el Ministerio de Finanzas danés, pero el caso es que sus conclusiones van por el mismo camino: la inmigración netamente contribuyente a la economía nacional es la de más cualificación.
De acuerdo con el WEF, World Economic Forum, hay que tener en cuenta que el inmigrante que mayores costes supone para el sistema es aquel que no tiene trabajo.
«En toda política de inmigración hay que tener en cuenta que el sistema educativo de un país puede ser ineficiente, o simplemente que sus efectos en la composición del mercado laboral tardan años en hacerse notar. Es por ello por lo que existe el riesgo cierto de que se produzcan fuertes tensiones en el mercado por ausencia de ciertos perfiles laborales, lo cual puede llevar a producir inflación salarial. Alguno se estará frotando las manos, pero esta inflación salarial es de «la mala», ya que no viene acompañada de una mejora de la productividad, y a la larga hace los salarios insostenibles en términos de competitividad nacional. Por ello una inmigración planificada y responsable es una válvula de escape necesaria para compensar las carencias de los mercados laborales nacionales y evitar futuras crisis».