Además de ser edificaciones con sistemas de tecnología avanzados y automatizados, la tendencia de los edificios inteligentes se orienta hacia alternativas sostenibles, es decir, construcciones con criterios ambientales que causen el menor daño al entorno.
Para medir los parámetros de inteligencia y sustentabilidad, existe un sistema estándar internacional basado en criterios para determinar si un edificio es sostenible.
El sistema Líder en Eficiencia Energética y Diseño sostenible (LEED) establece una serie de normas y mediciones con el objetivo de evaluar la eficiencia de un edificio para determinar si cumple con los fines de sustentabilidad bajo los criterios de ahorro de agua, eficiencia energética, desarrollo sostenible, uso de materiales ecológicos, así como el aprovechamiento del uso de suelo y aire.
El sistema LEED evalúa desde el sitio donde se compran los materiales y la calidad de éstos para la edificación de inmuebles, considerando el impacto que provoca en el calentamiento global por su consumo de energía.
Según el Consejo Mexicano de Edificación Sustentable, un edificio sustentable que ha alcanzado la certificación LEED tiene un ahorro de 40% en el consumo de agua; 30% en el consumo de energía y hasta 75% de ahorro en desechos obtenidos en una construcción.
Plusvalía – suplemento del Economista, p.10