Cada semana cientos de toneladas de chatarra electrónica son depositados en tiraderos a cielo abierto, lo que contamina el ambiente con químicos peligrosos y expone a la población a productos tóxicos que, además, se filtran al subsuelo.
Esta basura, que ha empezado a inundarlos tiraderos mexicanos, es consecuencia del alto crecimiento de la industria electrónica, principalmente de computadoras y celulares.
No obstante, los aparatos electrónicos son una mezcla explosiva para la sociedad: contienen metales pesados como plomo, mercurio, cadmio y berilio; químicos peligrosos como retardantes de fuego bromados, polibromobifenilos y tetrabromobisfenol.
Además, usan con frecuencia polímeros con base de cloruro de vinilo. Se estima que un celular porta entre 500 y 1000 de estos componentes.
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