Por: Georgina Morales, Coordinadora de proyectos de Inversión Social
Desde finales de los años 90 ha habido un interés cada vez mayor de las instituciones donantes hacia la inversión en el fortalecimiento de las organizaciones de la sociedad civil con las que trabajan. Fundaciones y empresas donantes buscan apoyar a las organizaciones, no sólo en la operación de sus proyectos, sino en el incremento del impacto social de los mismos a través del apoyo en la estructura, las capacidades y las condiciones internas de las organizaciones.
Esta visión del donante sólo puede desarrollarse cuando se comprende que el impacto social crece si existen condiciones favorables para el trabajo dentro de las organizaciones, es decir, cuando cuentan con los fondos necesarios, personal suficiente y remunerado, una administración sana, un espacio de oficina y equipo para el trabajo, además de capacidades para planear, administrar, evaluar y comunicar sus acciones.
El fortalecimiento institucional es un proceso y son diversas las áreas y los temas en los que las organizaciones deben capacitarse para tener más solidez al interior y mayor impacto e incidencia en su entorno (ver áreas en El fortalecimiento institucional de las OSCs en México, 2006).
Un ejemplo de cómo la inversión en el fortalecimiento aumenta el impacto social puede verse a través del caso de la Asociación Mexicana de Niños Robados y Desaparecidos, A.C. En 1997, María Elena Solís constituyó la AMNRDAC. Su objetivo es la búsqueda, localización, rescate y la reintegración al núcleo familiar de niños robados o perdidos. Desde su nacimiento, la asociación ha sido muy exitosa, ya que logran recuperar al 60% de los niños que buscan, lo que sin duda es muy favorable y esperanzador para las familias beneficiarias.
Sin embargo, la organización trabajaba hasta 2011 en condiciones adversas: no contaban con oficinas y su gran equipo de colaboradores era en su mayoría voluntario, entregaban todo para el hallazgo de niños y el apoyo a sus familias durante la búsqueda sin remuneración.
En el 2011, a partir de su participación en Iniciativa México, la asociación tuvo la oportunidad de ocupar los recursos de este financiamiento para invertir en sí misma, aumentar su sustentabilidad y llevar a cabo un proceso de fortalecimiento interno, lo cual le permitió en un sólo año:
° Contar con un equipo más fuerte, con roles específicos, que recibe remuneración económica por la labor tan importante que realizan. Además reforzaron el trabajo y la estructura de su Consejo.
° Adquirir oficinas para mejorar la atención de las familias y su espacio de trabajo.
° Cambiar leyes que ahora permiten buscar a los niños en menor tiempo, lo que incrementa el número de menores recuperados.
° Conseguir nuevos donantes que han reconocido su trabajo.
Estos logros fueron posibles gracias a que el donante, en este caso Iniciativa México, apostó por la inversión en el fortalecimiento de organizaciones con proyectos valiosos y no sólo en los proyectos en sí. Sólo siendo fuertes por dentro y con proyectos que transforman vidas, las organizaciones perduran en el tiempo y trascienden a sus fundadores.
Alternativas y Capacidades
Desde hace 10 años, creemos en invertir en organizaciones de la sociedad civil y sus proyectos que solucionan problemas y crean nuevas oportunidades en la comunidad. Trabajamos junto con empresas y fundaciones para construir mejores prácticas de inversión social y alianzas para el desarrollo. Esta columna está escrita por las varias manos y cabezas que colaboramos en Alternativas.
