Para HSBC, la Responsabilidad Social Empresarial tiene dos vertientes: una externa, que se refiere a las acciones de apoyo a las comunidades donde se establecen las sucursales del llamado banco local del mundo; y otra interna, vinculada con la administración del negocio, en la que se privilegia el mantenimiento de los más altos estándares éticos y de respeto en la relación con sus clientes, empleados, inversionistas y proveedores.
“Nuestros valores y principios de negocio son integrales para alcanzar este objetivo.
Estos comprenden una preferencia por relaciones éticas a largo plazo con nuestro clientes, la integridad personal y una mejora continua en el servicio al cliente», ha señalado la institución.
Dichos principios incluyen también la alta productividad a través del trabajo en equipo; un compromiso con la verdad y negocios justos, con calidad y competencia, así como con el bienestar y desarrollo de cada comunidad; ser un empleador justo y objetivo, además de la promoción de las mejores prácticas ambientales y de desarrollo sustentable.
En esto último, por ejemplo, para HSBC reducir su consumo de recursos como combustible, agua y papel, además de bajar sus emisiones no sólo significa ser responsable, sino también puede tener un sentido económico sensato.
Mundo Ejecutivo, p. 68, No. 354, Año XXVIII, Vol. XLIII, octubre 2008