Apenas el pasado mes de diciembre se lanzó en México el IPC Sustentable, abriendo paso en nuestro país a la llamada inversión socialmente responsable o ética.
Las inversiones socialmente responsables son aquéllas que a los tradicionales criterios financieros añaden criterios sociales y medioambientales permitiendo a los inversores combinar objetivos financieros con valores sociales, vinculados a ámbitos de justicia social, desarrollo económico, paz y medio ambiente.
Muchos podrían pensar que se trata de conceptos bastante alejados de nuestra realidad cotidiana y sólo dirigidos a inversionistas de gran calado. La verdad es que hablamos ya de una tendencia global que está ganando terreno rápidamente; y esto es porque cada vez más son las instituciones y empresas que para hacer negocios con otras, analizan primero sus criterios sustentables.
¿Y como afecta esto al ciudadano común y corriente? Muchos podrían decir que en nada, sin embargo, para nombrar una situación frecuente y allegada a nuestra realidad, en todos los bancos, cuando nuestros ahorros exceden de cierta cantidad mínima, se nos comienza a invitar a invertir en fondos para maximizar nuestro capital. La decisión de hacerlo resulta acertada en muchos casos cuando se invierte en figuras de poco riesgo y que al menos nos otorgan un rendimiento mejor que el tradicional. Esto se logra porque no sólo nuestro dinero entra en el fondo sino el de muchos otros que, combinado y ya en conjunto genera mucho mejores resultados.
Pues bien, una vez explicada la figura financiera, que no nos sorprenda comenzar a ver pronto este tipo de banners como los que ya corren en Australia, donde se le cuestiona al usuario web común ¿Dónde quieres poner tu dinero? Y se le muestran opciones de compañías tabacaleras, armamentistas y contaminantes. Al darle click al banner, el internauta es enviado a un site de inversiones éticas, donde puede ser asesorado y decidir colocar su capital, por pequeño que sea, en un fondo responsable o sustentable.
En ese marco, el tema ya no suena tan alejado de nuestra vida cotidiana ¿verdad? y con esa pauta, muchas empresas comenzarán a preocuparse de tener mejores procederes a fin de poder ingresar a estos instrumentos y allegarse de este capital. Baste decir que en Europa, uno de cada cinco euros ya se gestiona de este modo.
En síntesis, la inversión responsable, ética o sustentable es un tema que gana terreno día con día y poco a poco deja de ser materia de expertos financieros para convertirse en una herramienta al alcance de todo aquel que disponga de ahorros… ¿Y usted? ¿A dónde le gustaría ver que se invierte su dinero?
