La responsabilidad social surge, en gran medida, porque los gobiernos son incapaces de solventar todas las problemáticas sociales y medioambientales que aquejan a las comunidades.
Curiosamente, la misma medicina a veces suele también causar algunos daños… La cuestión es que el gobierno del D.F. ha tratado de regular las emisiones publicitarias exteriores desde hace años, no sin algunos enfrentamientos obvios con la iniciativa privada.
Irónicamente es ahora la iniciativa privada quien comienza a sugerir opciones para autoregularse y otorgar beneficios sociales y medioambientales. De este modo ha propuesto al gobierno de la ciudad, que es amante de la connotación verde, la creación de un nodo publicitario, un cilindro de 30 metros de alto, que estaría ubicado alrededor de los respiraderos del Metro en la glorieta de Insurgentes.
La propuesta, presentada por la Asociación Mexicana de Publicidad Exterior (AMPE), es analizada por el Consejo de la Publicidad Exterior.
Hablando de sustentabilidad, el cilindro sería autosustentable pues recogería agua de lluvia y tendría paneles solares que servirían para iluminar la zona.
La propuesta fue encargada por el organismo a la Escuela de Arquitectura de la Universidad Anáhuac del Sur, que dirige Jorge Vázquez y quien trabajó en ella junto con una docena de arquitectos y urbanistas.
Cabe resaltar que la Universidad Anáhuac del Sur, de la que es rector Jorge López González, se convirtió hace poco en el referente nacional en materia de sustentabilidad empresarial. Esa escuela desarrolló el índice que medirá el gobierno corporativo, la responsabilidad social y el cuidado del medio ambiente de las empresas que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores.
Será interesante ver si esta comunión entre la IP y el gobierno puede rendir frutos sustentables en esta ocasión y comienza una nueva etapa en el desarrollo publicitario exterior de la Ciudad de México.
