La Comunidad Valenciana es la primera en España en impulsar una Ley de Ciudadanía Corporativa, con el fin de promover y potenciar la aplicación de políticas de responsabilidad social corporativa en el tejido empresarial.
La Consellería de Inmigración y Ciudadanía de la mano del conseller Francisco Blasco ha desarrollado una ley, que actualmente se está tramitando en Les Corts, y que define el marco normativo en el que se desarrollará la actividad de fomento de los poderes públicos de la Comunidad Valenciana en materia de ciudadanía corporativa.
Actualmente, es más que evidente que el futuro de las empresas no sólo radica en la productividad, la calidad o los beneficios, sino también en su responsabilidad social.
El contenido de la responsabilidad social de la empresa debe ser, primero, la creación de valor social -que incluye el valor económico para sus propietarios-, pero también y de modo inseparable, su contribución al bienestar de toda la sociedad.
En los últimos tiempos, la acepción ha ido ampliando su significado e incorporando nuevos contenidos, como el de Ciudadanía Corporativa, consolidado a nivel internacional, y que da un paso más con respecto a la responsabilidad social.
Esta ley, representa por tanto, un importantísimo avance en el desarrollo de la Ciudadanía Corporativa, al proporcionar un marco global de actuación, incluyendo no sólo la promoción y regulación, sino también, la acreditación como reconocimiento a las empresas que apliquen políticas de responsabilidad social.
Una de las cuestiones más debatidas en los últimos tiempos es cómo está influyendo el entorno actual de crisis económica en el desarrollo de la Ciudadanía Corporativa.
En este sentido, cabe destacar que la Ley llega a nuestra comunidad en el momento más oportuno, porque la Ciudadanía Corporativa es, en definitiva una oportunidad para aplicar nuevas estrategias de gestión, y un contexto como el actual requiere nuevas soluciones y la responsabilidad social supone innovación.
Tal y como se desprende de la citada Ley, la Ciudadanía Corporativa es un asunto estructural y por tanto, no solamente superará la crisis, sino que saldrá fortalecida de ella. ¿Por qué? Por una sencilla razón, la crisis afectará a los que siguen pensando que la ciudadanía corporativa tiene que ver con «dar dinero». Sin embargo, para los que son capaces de entender que la Ciudadanía Corporativa es una inversión y tiene que ver con el modo en que generamos los recursos, será una oportunidad.
Dentro de la Ley de Ciudadanía Corporativa, uno de los aspectos más importantes es la acción social. Es muy importante para la sociedad que las empresas sean conscientes de los problemas sociales que existen y ayuden a paliarlos.
En este sentido, diferentes investigaciones han constatado que cuando un consumidor tiene que decidir entre diversos productos similares, tiende en gran medida a elegir aquel producto con cuya compra va a ayudar a algún colectivo necesitado.
Es más, nueve de cada diez españoles estarían dispuestos a pagar un precio más alto por un producto que destinara parte de su precio a un proyecto social.
El reto, por tanto, consiste en crear una proposición de Ciudadanía Corporativa que exprese las ventajas de los valores sociales (transparencia, gobierno corporativo, acción social,….) y se convierta en parte integrante del modo en el que se crea la riqueza para las empresas, y en consecuencia para la sociedad, y en esa línea es donde se sitúa la Ley que nos ocupa.