Lograr la equidad laboral entre hombres y mujeres -por ejemplo, que el mismo trabajo equivalga al mismo sueldo- no sólo es cuestión de que esté plasmado en la ley, también es necesario un cambio educativo en el país, opinaron expertos.
“Creo que es una cuestión de cultura (…), de educación. Y más que estar en las leyes, deberíamos irnos a la educación y que quedara muy claro en la formación de los futuros jóvenes la equidad”, dijo el académico del Tecnológico de Monterrey, Virgilio Bravo.
El Director de la División de Ciencias Sociales y Humanidades del TEC, campus Estado de México, explicó que “formalmente” los derechos de las mujeres son iguales para los hombres, pero en la práctica es diferente.
“Creo que no hay un mismo tratamiento legal tanto para hombres como para mujeres (…) desde el ámbito profesional, donde muchas veces las promociones (para un cargo) las reciben en preferencia más hombres que mujeres.
“Es más, hay organizaciones que tienen hasta un comité de equidad, precisamente para tratar de equilibrar un poco ese desajuste (…), ese desequilibrio que existe de manera cultural, pudiéramos decir, en nuestro país”.
Respecto de los cambios que se deben de impulsar, el investigador consideró: “Todavía (…) somos un país muy conservador, con muchos atavismos, con muchos prejuicios respecto de cuál debe ser la labor de la mujer”.
Mientras que Blanca Rico, de la Sociedad Mexicana Pro Derechos de la Mujer AC (Semillas), destacó las contradicciones gubernamentales para impulsar estos cambios, destaca que en la iniciativa de reforma laboral presentada por el PAN al Congreso, este partido argumenta que hay avances en términos de equidad de género, uno especial para las trabajadoras del hogar.
Sin embargo, dice, el gobierno detalló que en lo único que consiste el programa es en pedirle a los empleadores que incluyan, si pueden, a las empleadas en el régimen del Infonavit para que tengan acceso a una vivienda.
“En términos generales, digamos que en la Ley Federal del Trabajo las mujeres estamos contempladas ya, pero de manera exclusiva en relación con nuestra maternidad… como la no exigencia de la prueba de embarazo para la contratación, la incapacidad por embarazo, permiso para la lactancia. Pero realmente no se contempla ninguna otra variable sobre las necesidades específicas que tenemos las mujeres trabajando”.
Virgilio Bravo consideró que México ha hecho un gran trabajo y esfuerzo legislativo en la materia, “pero (…) esto pasa por un aspecto cultural, por un aspecto de educación, desde los menores, desde los más niños, y de esta manera (…) podemos fortalecer las leyes que ya existen”.
El investigador destaca que éste no es un fenómeno particular de nuestro país. “Sucede en México, sí.
Probablemente sucede menos que en otros países de América Latina, pero también sucede en países de primer mundo, donde la equidad es un gran reto para los gobiernos”.
Sin ley que las favorezca
Blanca Rico consideró: “No existe en términos reales una ley que favorezca a un sector importante de mujeres trabajadoras”.
“A pesar de que (…) desde el punto de vista legislativo existen algunos artículos en donde se dice que se debe recibir un salario igual por trabajos iguales, sabemos, y eso el INEGI lo tiene muy bien documentado, que las mujeres percibimos (…) en muchísimos empleos menos remuneración por un trabajo equivalente al que realizan los varones”, añadió.
Y pone un ejemplo, “de hecho, más de 1 millón de mujeres que trabajan en la industria (…) manufacturera textil y artesanal reciben un salario de 5.7 pesos por hora, en comparación con 10 pesos por hora que ganan los varones en el mismo trabajo”.
Así, Blanca Rico afirmó que en la Ley Federal del Trabajo están contemplados derechos de la mujeres en materia de maternidad sólo en términos generales.
“Y hay algunos sectores en particular que no están contemplados (en la actual Ley Federal del Trabajo) y que son mayoritariamente femeninos. Es el caso, por ejemplo, de las trabajadoras del hogar”.
El segundo sexo
A pesar de que en México la participación de la mujer en la economía es cada vez mayor, aún existen brechas laborales de género que marginan en salario y oportunidades de trabajo a las féminas.
Empleadas domésticas, sin prestaciones
Datos del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación revelan que aproximadamente 96% de las empleadas del hogar no tiene acceso a servicios de salud por parte de su trabajo y casi 80% carece de prestaciones laborales.
Hay mayor desempleo en mujeres
De acuerdo con la OIT, la tasa de desempleo mundial de las mujeres en el 2008 fue de 6.3 frente a 5.9% para los hombres. Entre el 2007 y el 2008, la tasa de desempleo aumentó tanto para hombres como para mujeres.
“Tareas propias de su sexo”
La Primera Encuesta Nacional sobre Discriminación en México, realizada por el Conapred, reveló que para 40% de los encuestados “las mujeres que quieren trabajar deben hacerlo en tareas propias de su sexo”.
Propuesta de reforma laboral
La iniciativa de reforma laboral que apoya la Secretaría del Trabajo plantea “facilitar el acceso al empleo a los trabajadores en general y en especial a las personas con discapacidad y a la mujeres.
Embarazo y contingencia sanitaria
Dicho proyecto también contempla prohibir que las mujeres en periodo de gestación y lactancia, así como los menores de 16 años, laboren cuando sea declarado un acontecimiento de contingencia sanitaria.
Hijos y trabajo
Asimismo, la iniciativa “promueve la permanencia de las mujeres en el mercado laboral al prohibir al patrón despedir trabajadoras por estar embarazadas, por cambio de estado civil o por tener a su cuidado hijos menores”, informa la Secretaría del Trabajo.
Fuente: El Economista; En Primer Plano, p. 4
Autor: Mauricio Rubí
Publicada: 23 de julio de 2010