La lucha contra la discriminación pierde intensidad en tiempos de crisis económica. Así lo están constatando organismos especializados en promover la igualdad.
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), este problema tiende a asumir diversas formas y a extenderse. «La discriminación por múltiples motivos se está convirtiendo en una regla y no en la excepción», afirma el organismo técnico de la ONU en un informe sobre Igualdad en el Trabajo.
Las medidas de austeridad y los recortes presupuestarios en las instancias laborales, servicios de inspección y organismos especializados en la igualdad han reducido el margen de maniobra en numerosos países. Un problema para las instituciones que intentan evitar que la crisis aumente las desigualdades, explica este organismo tras evaluar los datos.
Nuevas formas de discriminar
Aunque se han registrado avances importantes en este ámbito, el informe confirma que los sueldos de las mujeres son inferiores al de los hombres en más de un 70% de los casos. Mientras, «la discriminación relacionada con el embarazo y la maternidad todavía es un problema común».
El acoso sexual es un tema persistente y las mujeres más vulnerables son generalmente inmigrantes, jóvenes, dependientes económicamente, solteras o divorciadas. El documento menciona que los hombres también sufren ese tipo de agresión y el perfil de las víctimas se asocia con jóvenes, homosexuales y miembros de minorías étnicas o raciales.
La OIT revela asimismo que «un número cada vez mayor de mujeres y hombres sufren discriminación por motivos religiosos», mientras que la exclusión por opinión política se observa sobre todo en el sector público, donde la adhesión a las políticas oficiales puede influir en el acceso al empleo.
Otra diferenciación tiene que ver con los «estilos de vida», principalmente con relación al tabaquismo y a la obesidad, aunque situaciones de este tipo se circunscriben por ahora a «un número limitado de países industrializados».
Fuente: El Mundo.es
Publicada: 16 de mayo de 2011