En una semana más de 165 millones de pesos para ayuda social.
Por Emilio Guerra Díaz
De aprobarse las adecuaciones a la miscelánea fiscal 2014 propuestas por el ejecutivo federal se afectarán profundamente la actividad filantrópica en el país porque se limita el techo del monto de la deducibilidad que tendrán tanto personas físicas como personas morales. Lo más impresionante, paradójico y absurdo es que las fundaciones empresariales, al igual que las miles de organizaciones filantrópicas en todo el país ofrecen servicios complementarios que el estado no puede ofrecer en plenitud y en muchas ocasiones con una mejor calidad que las dependencias gubernamentales. En tan sólo una semana en un examen superficial se tiene registro de la movilización de más de 165 millones de pesos que demuestran la solidaridad de los mexicanos.
Diversos servicios son proporcionados por organizaciones filantrópicas gracias a los ingresos que reciben, o bien por vía de donativos, o bien, por la generación de sus propios ingresos, esta última fuente de financiamiento también está limitada a las organizaciones en ciertos porcentajes. Como verá el lector el sector filantrópica ayuda enormemente al sector público, pero no hay reciprocidad. Muchos de los legisladores actúan tímidamente ante la posibilidad de fortalecer al sector. Hay muchas razones que pueden abarcar todo un espectro de justificaciones, tantas como las que puedan acomodarse en temas políticos, hacendarios, fiscales, sociales, económicos y culturales.
Veamos algunos factores que inhiben un apoyo a plenitud para el sector filantrópico por parte de los legisladores. Desconfianza. Como muchos de los diputados y senadores siquiera han sido voluntarios o han donado algún recurso en su vida, o han participado con una organización filantrópica de cerca, las suspicacias afloran.
De entre los partidos políticos y sus legisladores se distinguen también visiones particulares respecto al papel que juega la filantropía en nuestra sociedad. El lector puede distinguir de entre los siguientes argumentos cual queda mejor a cada partido político. Algunos dicen que las organizaciones filantrópicas no deberían existir porque sustituyen al gobierno en sus responsabilidades sociales. Otros más, señalan que no hacen daño porque en realidad representan a una actividad marginal y que es bienvenido su apoyo pero fijan su atención primordialmente al lado asistencial de la filantropía y no dan importancia a su lado del desarrollo comunitario y social.
Unos distintos afirman que las OSC estorban a la administración pública porque desvían recursos que directamente pudiera recibir la hacienda pública y no generan impuestos adicionales. Dentro de este sesgado enfoque económico diversos legisladores no comprenden a profundidad el concepto de la economía no lucrativa sobre la que se basa el quehacer de las organizaciones filantrópicas.
Adicionalmente, algunos representantes populares (y también numerosos ciudadanos) se atreven a afirmar que las empresas constituyen fundaciones para “evadir” impuestos, cuando en realidad los recursos provienen de sus utilidades antes de pagar impuestos.
Otros legisladores más visionarios, en realidad sienten cierto temor porque este sector crezca debido a que constituye parte de la semilla del poder ciudadano que en otros países es de considerable peso que incluso han llegado a modificar las relaciones políticas y de balance de poder creando el sentido de “gobernanza” muy en boga en la Comunidad Económica Europea. El sector filantrópico puede llegar a significar ser un jugador que equilibre y medie entre el poder político y el económico. Entonces es un potencial de ciudadanía que resultaría incómoda.
En retroalimentación de los legisladores que se identifican con esa tendencia, para crítica al sector filantrópico “apoyan” sus argumentos en el marco legal para señalar que la mayoría de las organizaciones se “van por la libre”, que no hay controles legales y otros más incluso llegan a afirmar que las instituciones de asistencia privada tienen mayores controles que las asociaciones civiles (donatarias autorizadas) cuando en realidad están sujetas a la misma legislación donde las primeras reportan a las Juntas de Asistencia (y posteriormente a la SHCP) y las segundas directamente a la autoridad hacendaria. Son legisladores pero no todos conocen a fondo el marco legal que se ha venido construyendo a lo largo de estos recientes 25 años cuando menos.
Para que el poder ejecutivo y el legislativo comprendan la dimensión del aporte de la filantropía organizada, pasemos revista a algunas de las acciones de fundaciones empresariales y su aporte al interés público. En una semana tan sólo la Fundación Walmart otorgó a 30 organizaciones la cantidad de 85 millones de pesos. Genoma Lab reportó que su empresa donó a su Fundación la cantidad de 10 millones de pesos para apoyar a damnificados por Guerrero. La Fundación Metlife entregó recursos a organizaciones que participaron en su convocatoria 2013 por más de 2 millones de pesos. El Banco HSBC y Save The Children que tienen muy bien instrumentado su campaña de ayuda Por México… ¡Unámonos! Para apoyo en emergencias, empieza a movilizar donaciones. Fomento Cultural Banamex estará donando más de 60 millones de pesos para enfrentar la reconstrucción en Guerrero. Omnilife donó al DIF Jalisco más de 5 millones para damnificados. La Fundación del Empresariado Chihuahuense donó 1 millón de pesos para damnificados para el ayuntamiento de la capital del estado. La Fundación Western Union dio un donativo de $25,000 dólares al Fondo de Auxilio para México (México Relief Fund) a beneficio de la Cruz Roja Mexicana.
Ahora que viene el Día Mundial de la Alimentación la Fundación CMR, Fundación Grupo México, HSBC y Tysson preparan su 2ª edición de apoyo a proyectos que inciden en alimentación invirtiendo más de 4 millones de pesos.
Otras aportaciones no valorizadas económicamente que se reportaron como aportaciones de fundaciones empresariales en la semana son: La conclusión de un parque en Zumpango Estado de México por voluntarios de ESPN y de las fundaciones Disney, GEO y Metlife que beneficiará a más de 5 mil 500 personas. IBM donó herramientas tecnológicas para centros educativos en Puebla. Fundación Telmex movilizó 124 toneladas de víveres para 6 estados con damnificados. Cotsco pese a que vimos las escenas de saqueo por televisión a su sucursal de Acapulco, refrendó su decidido apoyo para apoyar en la captación de donativos para apoyar la labor de la Cruz Roja Mexicana. McDonald’s dispuso de algunos restaurantes de Guerrero para fungir como centros de acopio. Destinó donación de alimentos para apoyar la emergencia. La Fundación Daimler en alianza con Techo está colaborando en la construcción de vivienda. Coca Cola de México donó 310 mil litros de agua y 20 mil despensas para que fuesen distribuidas por la Secretaría de la Defensa Nacional. Fundación FEMSA también está colaborando al prestar sus dos plantas potabilizadoras, una con una capacidad de 48,000 litros al día que está siendo donada a la CONAGUA, y otra con capacidad de 30,000 litros, para abastecer las zonas más afectadas de Guerrero. Telefónica Movistar desarrolló una aplicación para ayudar a informar sobre la emergencia. Cemex otorgó 180 toneladas de comida.
La lista podría enriquecerse sobre el aporte ciudadano a distintas problemáticas sociales que el estado sólo no puede enfrentar ni garantizar por si mismo. La ayuda ha fluido a través de conciertos para obtener alimentos y enviarlos a estados siniestrados. Donaciones de cantantes y artistas. Miles de personas que están trabajando como voluntarios para el acopio, selección y armado de despensas.
Entonces ¿Para qué parar esta dinámica y ola de beneficios filantrópicos por la falta de comprensión de nuestros legisladores y del poder ejecutivo del aporte y beneficio que ofrecen las organizaciones filantrópicas? Vamos sentándonos a platicar con disposición a mejorar las condiciones fiscales y legales para que florezca la filantropía organizada todavía con mayor ímpetu, total todos salimos ganando.
Emilio Guerra Díaz
Emilio Guerra cuenta con amplia experiencia en la Gestión de la RSC, destacando su trabajo en el área de vinculación con la comunidad que potenciar la inversión social empresarial. Ha gerenciado fundaciones empresariales.
Parece increíble que estando en esta situación, los legisladores insistan en coartar las actividades de las organizaciones de la sociedad civil; bien dice Emilio, no tienen la menor idea de lo que la sociedad organizada puede aportar al país.
Que los legisladores jamás han sido voluntarios ni han aportado a causa alguna resulta una generalización, pero los que insisten en esta miscelánea, para mí, que «el león cree que todos son de su condición»!
En este país, todos somos culpables, a menos que demostremos lo contrario…. Por qué en lugar de dificultar el camino, no permiten que florezcan y si al cabo de algún tiempo no dan la talla, entonces les cortan el hilo.
Pero abortan las buenas intenciones, cuando nuestro país necesita más de voluntarios y apoyos de diversa índole.
Esta miscelánea de verdad podría darle al traste al sector filantrópico, lejos de capitalizarlo y convertirnos en aliados del gobierno, que, por más que quisiera (en el caso de que así fuera) no podría con el paquete… Las necesidades nos rebasan, la pobreza nos abruma, y la legislación nos limita??? A dónde vamos a llegar???