La misteriosa ejecutiva que generó US$22.000 millones para Apple en un año

Tan solo en 2011, la unidad que comanda Cathy Kearney representó 22,000 millones de dólares de las ganancias de Apple, dos terceras partes del total de la compañía.

Cathy Kearney es una mujer de 49 años celosa de su privacidad. Trabaja como contadora en la ciudad de Cork, en Irlanda y es probable que su labor haya contribuido a impulsar a Apple a lo que es hoy: la empresa más valiosa a nivel global.

¿Por qué? Kearney, de la que se conocen pocos datos, supervisa las operaciones de la tecnológica desde Irlanda, responsable de las ventas récord registradas a lo largo de Europa, África y Medio Oriente.

Tan solo en 2011, la unidad que comanda representó US$22.000 millones de las ganancias de Apple, dos terceras partes del total de la compañía, de acuerdo con The Guardian.

No obstante, no existen fotos de la ejecutiva y sobre sus vida solo se conoce que vive en el distrito de Youghal, a las afueras de Cork, con su esposo e hijo.

De lo que Kearney no se escapó fue de reunirse con oficiales del senado estadounidense para abordar el tema que los ha tenido más que preocupados: las operaciones trianguladas de Apple en Irlanda para evadir impuestos por US$44.000 millones en los anteriores cuatro años.

Al subcomité de investigaciones del Senado de Estados Unidos le interesa en específico el grupo de unidades de Apple en Cork, ya que revisando papeles de éstas surgió el nombre de Kearney una y otra vez.

Entre las filiales que despertaron la curiosidad del subcomité destaca Operaciones Internacionales de Apple, donde Kearney es la única directora. Las sospechas de los senadores aumentaron cuando descubrieron que ella solo asistió a siete de 33 reuniones de los miembros a lo largo de siete años, a pesar de que estar presente en las juntas es una obligación de los directivos.

Los oficiales del senado también encontraron que la rama de Operaciones Internacionales de Apple generó US$30.000 millones sin siquiera tener instalaciones o empleados en Cork, y no ha pagado impuestos ni en Irlanda ni en Estados Unidos en los últimos cinco años.

Fuente: América Economía