Avon se nombra a sí misma la «compañía para la mujer», y por esa razón con frecuencia sus actividades de marketing se centran en el empoderamiento, así como en la lucha contra problemas que las afectan, como la violencia doméstica y el cáncer de seno. Este mes, la empresa lanzó en Argentina, Brasil, México y Colombia una campaña que busca dar a conocer las historias de éxito de sus representantes de ventas.
«Seis millones de sueños. Mujeres que inspiran” es una serie de videos protagonizados por mujeres latinoamericanas, entre ellas las mexicanas Mónica, Zayra y Claudia, quienes explican con sus palabras cómo su relación con la empresa las ha ayudado tanto en su vida profesional como en la personal. Por ejemplo, María José Zanelli hace énfasis en que como representante logró dominar su timidez y sus ganas de pasar desapercibida, además de ofrecerle una opción para tener un negocio independiente.
La iniciativa tiene como principal objetivo, por supuesto, invitar a más mujeres en América Latina para que se unan a la fuerza de trabajo de más de seis millones de representantes de ventas en todo el mundo, pero lo hace a través de un mensaje de realización personal y logros económicos, algo que pocas compañías pueden ofrecerle a las mujeres, sobre todo a aquellas que necesitan de horarios flexibles o de manejar por completo su propia agenda.
Por supuesto, esta campaña es parte de una tendencia global muy fuerte en la que compañías de todos los giros, pero sobre todo de belleza y cuidado personal, están cambiando su mensaje hacia uno más universal que apele no a la vanidad o a la vergüenza por el físico, sino a la aceptación del cuerpo y a la ambición por una vida mejor. Pero lo cierto es que este enfoque no es una novedad para la compañía, que ya ha demostrado que su modelo empresarial es especialmente efectivo para ayudar a las mujeres a salir de la pobreza y así apoyar a sus familias.