Que la obesidad puede reducir el tiempo de vida al causar más enfermedades no es una sorpresa, pero un estudio revelado el martes cuantifica la cifra: los casos más extremos de obesidad son más peligrosos que fumar.
El análisis, publicado en PLOS Medicine, es el mayor estudio de los efectos de la obesidad mórbida en la mortalidad. Halló que las personas que son extremadamente obesas -para alguien de altura promedio, tener un sobrepeso de 45 kilos o más- mueren entre 6.5 y 13.7 años antes que quienes tienen un peso saludable.
El estudio, basado en datos de 20 extensos informes sobre habitantes en Estados Unidos, Suecia y Australia, se conoce en momentos en que las tasas de obesidad se han disparado.
En todo el mundo, casi 30% de las personas, o 2,100 millones, son obesas o tienen sobrepeso.
«Sobrepeso» se define como tener un índice de masa corporal (IMC) de 25,0 a 29.9. En el mínimo, eso significa un peso de 68 kilos para una persona de 1.65 metros.
«Obesidad» significa un IMC de 30 o mayor. «Obesidad mórbida» es un IMC de 40 o mayor.
El estudio incluyó datos de 9,564 adultos con obesidad mórbida y 304,011 con peso normal.
El riesgo general de morir en cualquier momento aumentó continuamente con un creciente IMC dentro del grupo de obesidad mórbida, en su mayoría por enfermedades cardíacas, cáncer y diabetes.
Las personas con un IMC de 40 a 44.9 perdieron en promedio 6.5 años de vida. Aquellos con un IMC de 45 a 49.9 perdieron 8.9 años, mientras que los años de vida de los que tenían un IMC de 50 a 54.9 se redujeron 9.8 años y para quienes registraron un IMC de 55 a 59.9 la reducción fue de 13.7 años.
Entre las personas con peso saludable, los que fumaban perdieron unos 8.9 años.
El estudio, realizado por científicos en el Instituto Nacional del Cáncer, no calculó si la obesidad menos extrema recorta los años de vida y los investigadores no pudieron decir si los resultados se mantendrían para poblaciones más pobres no occidentales.
Debido a que la obesidad mórbida era muy poco común en el pasado, no fue posible calcular sus efectos en la mortalidad hasta ahora.
Es poco probable que los nuevos cálculos lleven a las personas con obesidad mórbida a perder peso, porque «eso presupone que las principal razón para que las personas no pierdan peso es la falta de voluntad y yo diría que este no es el caso», dijo el doctor Lee Kaplan, director del centro de peso del Hospital General de Massachusetts General en Boston.
«Pero podría tener un efecto beneficioso si lleva a la sociedad a cambiar en formas que frenen el promover la obesidad y a desarrollar tratamientos agresivos para la obesidad mórbida», agregó.
En Estados Unidos, un 36% de los adultos son obesos, según el Centro Nacional de Estadísticas de Salud. La incidencia de IMC de 40 o mayores se ha más que cuadruplicados desde mediados de la década de 1980.
Aproximadamente uno de cada seis adultos estadounidenses tiene obesidad mórbida.
Fuente: CNN México
Después de esta información, quién persistiría en su obesidad?? Lo malo es que los afectados no son precisamente quienes reciben esta información! Cómo difundirla menos selectivamente?