FORMA Y FONDO CCXXXVI
En el panorama del desarrollo sustentable y la convivencia armónica con el hábitat, son punto obligado las fuentes de energía alternativa.
El tema sigue en voga y ha provocado algo parecido a la “fiebre del oro por la energía verde” debido a la velocidad con que crece; refleja la creciente preocupación por el cambio climático y los altos costos de los energéticos, según informa el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
Junto con la turbulencia económica mundial, aumenta la tendencia global a pensar que la dependencia del petróleo disminuye, aumentando el ritmo de inversiones en energía renovable y en el uso eficiente de energéticos. El aumento de temperatura y el alza en los combustibles, hacen imperativo e inevitable que los ciudadanos y los inversionistas transiten a una sociedad que busca ampliar el aprovechamiento de fuentes de energía limpia para combatir el cambio climático global, reduciendo la emisión de gases de efecto invernadero y protegiendo el ambiente natural con la reducción de contaminantes.
El objeto es elevar los índices económicos, sociales y de salud tanto en las ciudades como en las comunidades y los hogares rurales remotos sin acceso a la red eléctrica, aprovechando además los sistemas de energía renovable para aplicaciones en la infraestructura productiva de los países.
En el caso de México, ya es hora de una pulcra planeación a mediano y largo plazo en política energética, con inversiones y programas permanentes en investigación y desarrollo de energías renovables y limpias debido al creciente agotamiento de los combustibles fósiles.
El aprovechamiento racional y sostenible de la riqueza nacional, a diferencia de lo hecho durante muchas décadas, es la fórmula para promover y alcanzar niveles pertinentes de justicia y desarrollo social. Es imperante que el país se prepare e incursione en la generación de otro tipo de energía cuyo papel es complementario, pues su producción e implementación a niveles importantes no es inmediata, pero continúa como algo marginal respecto a las necesidades actuales del país.
Carentes las instituciones de visión preventiva y vanguardista, es evidente que hasta que no aparecen las señales de alarma, se comienzan a tomar medidas apresuradas y a veces poco razonadas, confundiendo descuido, desorganización y corrupción con el concepto de moda: agotamiento de recursos. Es válido que con operaciones financieras transparentes, ataque a la corrupción, incluida la transformación sindical que respete los derechos laborales, las opiniones opuestas hasta el momento, encontrarán punto de acuerdo en beneficio del país.
El nicho de energías renovables permanece en fase experimental, reduciéndose a exclamaciones de admiración y promesas de que ahora sí, cuando sus resultados se exponen en foros y ruedas de prensa. Hasta el momento la energía alternativa está desperdiciada a pesar de que son procesos no contaminantes al planeta y que cuidan los recursos naturales ya que se obtiene de fuentes inagotables: energía solar, eólica o marina. Fuentes cien por ciento renovables, unas por la inmensa cantidad de energía que contienen y otras porque se regeneran por medios naturales.
A nivel mundial la necesidad de utilizar energía renovable se origina por las emisiones que los recursos fósiles generan, afectando la salud humana y el ambiente, siendo los sectores principales el termoeléctrico y el transporte. Aparte, las opiniones que auguran su agotamiento en el transcurso del presente siglo, o incluso que está a la puerta, a pesar de los recientes descubrimientos de gigantescos yacimientos. Se calcula que el consumo de energéticos de fuentes fósiles en un día, tomó a la naturaleza producirlos cerca de un millón de años.
El ingreso de las fuentes de energía renovable al mercado tradicional e institucional de los combustibles fósiles, será difícil por la falta de infraestructura. Hay dos categorías en las fuentes naturales de energía: no contaminantes o limpias y contaminantes. Entre las primeras están el sol (energía solar); el viento (energía eólica); los ríos y corrientes de agua dulce (energía hidráulica); los mares y océanos (energía mareomotriz); el calor de la tierra (energía geotérmica)
La energía eólica a nivel mundial acaparó las inversiones en el campo de energía alternativa en 2007, pero la generación de electricidad a partir de la luz solar fue el sector con más rápido y mayor crecimiento. El aprovechamiento de tecnologías de energía renovable principalmente de los sistemas fotovoltáicos y eoloeléctricos para la aplicación productiva en zonas remotas no conectadas a la red de servicio público.
En las cadenas productivas se aplican en: bombeo de agua para agricultura, almacenamiento y distribución para el ganado y la irrigación por goteo, ecoturismo, enfriamiento de productos lácteos y su refrigeración, fabricación de hielo para refrigeración en la industria pesquera, deshidratación solar de cosechas y hornos solares, producción de textiles, bombeo y refrigeración para invernaderos, piscicultura con oxigenación de estanques, etc. Otras aplicaciones de apoyo a los sectores social, de salud y educacional son: agua potable, reservas, purificación, y distribución.
Además están las fuentes híbridas de energía eléctrica para la comunidad; sistemas de iluminación de viviendas, electrificación de centros de investigación, clínicas de salud y telemedicina, calentamiento termo solar del agua y uso de estufas mejoradas.
Urge que los planteamientos en materia petrolera sean serios, sustentados, con visión vanguardista y benéfica al país, dejando de lado sus diferentes actores, posturas mesiánicas y de colores, que lo único que han logrado es que el país llegue tarde a los avances tecnológicos. Ahí siguen nuestros doce mil kilómetros de litorales, la zona de la Ventosa en Oaxaca y las posibilidades que ofrecen Zacatecas y Baja California en espera de que sus volúmenes potenciales de energía sean explotados, con toda la cadena de beneficios que permitirían al país dar el paso al desarrollo.
El petróleo ha sido la única fuente de energía a la que apostó el país su avance desde 1938, presentado como la panacea que detonaría y permitiría una infraestructura para un desarrollo integral a nivel de primer mundo, sin olvidar la advertencia a cada mexicano, de prepararse para administrar la riqueza petrolera.
Un reto más para quienes toman las decisiones del país, es estructurar una política de transición energética que está supeditada a factores como disponibilidad, accesibilidad y aceptación que no se han considerado hasta el momento; será la presentación inteligente de las bondades, al integrar gradualmente a la par de los combustibles fósiles los alternativos sin carbón.
La forma: integrar la diversidad de puntos de vista a un trabajo en equipo.
El fondo: desarrollar las tecnologías que demuestren y hagan entender que LA PATRIA ES PRIMERO porque con ella: TODOS SOMOS NATURALEZA.
ACACIA FUNDACIÓN AMBIENTAL A. C. acaciaecologí[email protected]