#LoveYourself es el hashtag que la nueva campaña de Weight Watchers Australia anuncia en sus videos y anuncios. El objetivo original de esta iniciativa, llamada WW Black, es que las mujeres se sientan cómodas con sus cuerpos y sin vergüenza de mostrarse tal como son ante sus parejas al momento de tener relaciones.
Según el reporte “Body Confidence” que realizaron, menos de un tercio de las australianas considera su cuerpo sexualmente atractivo y más de la mitad de estas mujeres admiten tener poca confianza en su aspecto; de acuerdo con Weight Watchers, esto quiere decir que muchas dejan las luces apagadas cuando tienen sexo.
No obstante la intención de la compañía, una desafortunada estrategia de marketing y comunicación acabó con el discurso que querían presentar al público y los medios, reportó Mashable.
Hace unos días, Bridie Jabour del periódico The Guardian recibió un regalo que, más que intentar empoderarla, la ofendió. “¿Cuántas personas pensaron que esta idea estaba bien antes de que llegara a mi escritorio como una pieza de PR?” comentó la periodista en su cuenta de Twitter. Y no es para menos. El paquete que recibió de parte de Weight Watchers contenía un foco y una tarjeta con el siguiente mensaje:
Seamos honestos por un minuto, el sexo es fantástico. Pero si alguna vez te has sentido cohibida con tu cuerpo, no estás sola. Hemos escuchado que más de la mitad de las mujeres ha evitado el sexo porque estaban preocupadas por su aspecto. Este foco es una “luz de ambiente” diseñado para darte un pequeño estímulo en la habitación. Esperamos que te ayude a empezar a verte bajo una nueva luz, a amar tu aspecto y a amar cómo te sientes.
Este mensaje se consideró ofensivo por las siguiente razón: cae en los estereotipos de que una mujer con sobrepeso no disfruta de su sexualidad y no lo hará a menos que se ponga a dieta. La frase “te ayudamos a amar el sexo”, que también promocionaron, tampoco fue de mucho apoyo. Aunque la directora del programa y el contenido de Weight Watchers, Martha Lourey-Bird, declaró en un comunicado vía e-mail que el objetivo era enamorar a las mujeres de la comida real de nuevo, y ayudarlas a disfrutar sentirse activas (deportivamente), lo cierto es que, más que reforzar su autoestima y lograr que se vieran “bajo una luz nueva”, indignaron a una gran cantidad de mujeres.
“¿Weight Watchers piensa que las mujeres gordas no disfrutan del sexo? Creo que la compañía odia tanto a las personas obesas que no quisieron acercarse a preguntar” y “La gente ‘gorda’ tiene sexo INCREÍBLE. Y con las luces encendidas” fueron algunos comentarios que acompañaron el tuit de Jabour. La directora de marketing de la empresa, Rebecca Melville, admitió para la revista Mumbrella que hubo algunos errores en la campaña y que no debieron enviar esos regalos antes de explicar a detalle el contexto del nuevo programa.
Probablemente el propósito de Weight Watchers era bueno, mas de nuevo cayó en la táctica de enfocarse en el cuerpo femenino, señalar qué está mal con él y qué se debe hacer para arreglarlo. Además, dieron a entender que las dietas y ejercicios de la empresa son la única solución para mejorar la vida sexual cuando hay muchos otros factores que pueden llevar a la insatisfacción tanto de la mujer como del hombre.
“Es repugnante que recurran a esos momentos tan íntimos y vulnerables [para promocionar el programa]” tuiteó también Jabour en respuesta a algunos comentarios de sus seguidores.
El daño está hecho, y hay que señalar que las marcas están tropezando mucho con estos temas debido a que contratan agencias de marketing tradicionales en vez de agencias de comunicación de responsabilidad social; esto repercute en que los mensajes sean carentes de sustancia y solo enfocados en la forma… que muchas veces no es la adecuada.
Weight Watchers se convirtió en un ejemplo más de las campañas que caen en el sexismo y los estereotipos, (ver el reciente caso de Yoplait); afortunadamente, hay iniciativas que han sido innovadoras y demuestran lo que debe ser una campaña a favor de la equidad de género.